Éxito en las fiestas de San Isidro en un fin de semana donde el tiempo hizo que numerosos alcazareños subieran al Cerro y recuperar las tradiciones, en un clima de fiesta y sin incidencias.
San Isidro, volvió a su ermita, como cada 15 de mayo y lo hizo acompañado de sus damas y autoridades, que tras la solemne función religiosa y en procesión, subía al cerro, donde le esperaban cientos de alcazareños.
Desde el sábado tarde al domingo noche, el cerro de San Isidro se convirtió en el punto de encuentro de personas de todas las edades que fueron eligiendo el momento en el querían partícipes de esta romería.
La emoción que sentía el Presidente de la Hermandad de San Isidro, Jesús Antonio Vargas, no se podía contener, como la alcaldesa, Rosa Melchor, que también dijo sentirse contenta de la respuesta ciudadana ante los actos organizados por la Hermandad de san Isidro.
Las tradiciones como la rifa, el sorteo de las papeletas, los pinchos morunos, la zurra y las alcahuetas, etc., se cumplieron. Destacando la de vestirse de manchegos para subir al cerro, que este año han sido muchas manchegas las que han hecho evolucionar el típico refajo del que no se podía ver el tobillo, a un refajo confeccionado con la misma tela, pero por encima de la rodilla, mucho más adaptado a los tiempos y sobre todo al calor que hace el día de San Isidro.
Con respecto a la noche del sábado, un coro rociero llegado desde Valdepeñas, amenizó la verbena.
La fiesta duró toda la noche del sábado al domingo en la zona de chiringuitos habilitados para la ocasión donde un DJ amenizaba la fiesta.