El servicio de ‘Teleasistencia’ de Cruz Roja marcó un hito del uso de la tecnología al servicio de las personas vulnerables hace más de 30 años
En 2021, ha atendido a 281 personas en la provincia de Toledo. Con la pandemia aumentó el número de personas beneficiarias del servicio.
Juan Manuel desde hace 4 años, es beneficiario de la ‘Teleasistencia’ de Cruz Roja, que hace más sencillo su día a día.
«Cuando estoy en la calle, muchas veces me desoriento, pero con el GPS, ellos me van guiando y me dicen que vaya por esta calle o que gire por aquella otra, y tanto yo, como mi familia, estamos tranquilos», explica. Por eso, asegura que mucha gente está equivocada en pensar que es un servicio para personas mayores y no, no es así, “es un servicio que transmite tranquilidad, seguridad y positividad, me parece un servicio interesante sobre todo para personas como yo que nos gusta la independencia”.
Para Francisca, una mujer de 77 años, de Toledo, el servicio de teleasistencia de Cruz Roja también le aporta tranquilidad. “Se portan muy bien conmigo, me llaman muchas veces para preguntarme si me encuentro bien. Yo estoy contenta porque estoy muy bien. Para nosotros el servicio de Teleasistencia de Cruz Roja es tranquilidad y alivio”, afirma.
En apenas unas semanas se celebrará el foro más importante de tecnología y comunicaciones móviles del mundo, el Mobile World Congress, en el que Cruz Roja estará presente dando a conocer sus herramientas tecnológicas o con los ganadores de sus Premios de Tecnología Humanitaria, que convoca anualmente. Sin embargo, para Cruz Roja la tecnología no es un mundo alejado de la ayuda humanitaria, y desde los años 90 es un referente de la apuesta por poner a disposición de los colectivos vulnerables las últimas herramientas tecnológicas: el servicio de Teleasistencia domiciliaria cambió la forma de entender el envejecimiento en la sociedad, consiguiendo que miles de personas permanezcan en su entorno, en los lugares que atesoran sus bienes más preciados, sus recuerdos.
Donde hoy la robótica, la realidad virtual o los drones son el foco, en la década de los 90 el servicio de Teleasistencia constituyó el primer hito de innovación, pionero en empezar a trabajar con dispositivos que llegaron desde los países nórdicos y calaron rápidamente en la sociedad española.
El salto tecnológico en estos 30 años hasta llegar a los actuales terminales es significativo, pero la base sigue siendo la misma, “cubrir las necesidades de las personas vulnerables, de forma eficiente, aportando valor para vivir la vida, y siendo sostenibles”, destaca Carlos Capataz, director del área de Servicios Tecnológicos Digitales de Cruz Roja.
La mayor apuesta de la Organización por este servicio pasa por estudiar las necesidades de quienes usan estos dispositivos para cubrirlas, y por eso apuestan por que cada vez más sean dispositivos proactivos y reacciones de forma autónoma, “Pensemos, por ejemplo, en alguien que tiene un servicio que incluye la monitorización de sus rutinas. Si una noche se despierta para ir al baño, pero tarda mucho en regresar a la cama, podría significar que se ha caído. Entonces, sin que la persona tenga que activar ningún pulsador, el sistema avisaría proactivamente, aunque la persona no portara el botón rojo”, explica Capataz.
En el último año, Cruz Roja ha atendido a 142.912 personas mediante el servicio de teleasistencia domiciliaria y móvil, que más allá del ‘botón rojo’ cuenta con una red de personas que dan apoyo emocional y acompañamiento en caso de emergencia, pero también en el día a día “muchas personas mayores están solas en casa, y nosotros les llamamos periódicamente para ver cómo están”, destaca una de las operadoras del Centro de Operaciones de Cruz Roja. En total se han realizado más de 10.880.600 interacciones entre el personal que atiende el servicio y las personas usarías; 5.400.0000 se generaron en situaciones de emergencia.
Sin embargo, la teleasistencia no es sólo un servicio que beneficie a las personas mayores: es parte de la protección que se les puede ofrecer a las mujeres que sufren violencia de género, personas con enfermedades crónicas, personas que han sufrido un accidente u operación, personas cuidadoras, mujeres embarazadas, adolescentes, deportistas… o cualquiera que se encuentre en situación de soledad, como es el caso de María Soledad, “hace unos meses me diagnosticaron cáncer, vivo sola y mis hijas viven fuera, entonces me decidí a contratar el servicio. Todo fue muy rápido y la atención es maravillosa, lo he utilizado en dos ocasiones y ha sido una atención magnifica, yo definiría el servicio como un apoyo emocional para personas que viven solas y tienen a sus familiares lejos”.
¿Cómo funciona la Teleasistencia?
En función de la persona y sus necesidades, se puede recurrir a un tipo de Teleasistencia, u otra; no obstante, Cruz Roja dispone de cuatro grandes bloques en constante desarrollo: el autocuidado y prevención de ‘Cuidate+’, el servicio de localización ‘LoPe’, la ‘Teleasistencia domiciliaria’, y la ‘Teleasistencia móvil: +Independencia’. Además, existe el servicio de aplicación móvil pensado para quienes, ante una emergencia, quieren contar con ayuda inmediata y localización con sólo hacer clic.
En todos ellos, la base fundamental es la misma: existe un pulsador que conecta directamente a la persona, desde cualquier estancia de la vivienda, con el personal de Cruz Roja. Puede llevarse colgado o en la muñeca, e incluso puede mojarse. En caso de emergencia, profesionales autorizados acceden al domicilio agilizando la atención y minimizando los daños. Además, es un servicio de compañía las 24 horas del día, los 365 días del año, e incluye contacto continuado, seguimiento, localización geográfica, recordatorio de medicación o citas médicas, unidad móvil e incluso custodia de llaves.
Tanto la tecnología utilizada, como el servicio que se presta están sujetas a normas UNE y auditorias, que buscan asegurar que cuando se necesite todo funcione. Cuando una persona que tiene la necesidad del servicio o un familiar necesita que Cruz Roja este ahí, es algo a lo que se presta especial atención en cualquier tecnología nueva para, llegado el caso, sacarle provecho sin correr riesgos derivados de un fallo de operatividad; en este sentido, la exigencia a la hora de adoptar cualquier cambio o nueva implantación es una máxima, algo que diferencia a la Teleasistencia de Cruz Roja de cualquier otro servicio homónimo del mercado, que puede incumplir estas condiciones.
La página web de Teleasistencia de Cruz Roja cuenta desde hace unas semanas con una versión accesible que permite a las personas ciegas, sordas o con dificultades visuales o auditivas acceder a toda la información del servicio.