El objetivo del Plan es fomentar una cultura organizacional de mejora continua, basado en la experiencia y el conocimiento de los profesionales, que permita responder de la mejor manera a las necesidades de la población, aproximándonos a la máxima calidad en la prestación de los servicios en salud en nuestra región.
Para ello, se deben orientar la puesta en marcha de modelos de gestión, que realmente den solución a los problemas diarios que existen en la asistencia sanitaria y que consigan centrar la atención en los ciudadanos y su entorno, con el objetivo final de mejorar la calidad en los servicios sanitarios que se ofrecen a los usuarios.
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) ha celebrado una jornada de trabajo para comenzar a diseñar y construir el Plan de Calidad Regional, cuyos pilares fundamentales son la mejora continua y los profesionales sanitarios, uno de los valores más importantes,
Begoña Fernández, directora general de Cuidados y Calidad del SESCAM, ha señalado que el objetivo principal “es orientar la puesta en marcha de modelos de gestión, que realmente den solución a los problemas diarios que tenemos en la asistencia sanitaria y que consigan centrar la atención en los ciudadanos y su entorno, basándose en las necesidades que tienen y en sus expectativas, con el objetivo final de mejorar la calidad en los servicios sanitarios que se ofrecen a los usuarios”.
En ese sentido, ha explicado que, para trabajar en la implantación de un nuevo modelo de gestión, hay que tener en cuenta principalmente las expectativas de los y las ciudadanas y sus necesidades, teniendo en cuenta cómo pueden intervenir en la toma de decisiones y que sea una herramienta que aporte valor en el trabajo diario de las y los profesionales.
Por todo ello, el Plan de Calidad Regional se concibe como un agente facilitador para el despliegue de la Política de Salud de Castilla-La Mancha y, en concreto, para el desarrollo del Plan de Salud 2019-2025.
En este sentido, ha indicado que cuando se habla de excelencia en la Gestión de procesos para la atención a los ciudadanos, se trata de excelencia en la Gestión de procesos asistenciales, pero también de procesos no asistenciales, entre ellos, procesos de soporte tan importantes como la logística, contratación, el mantenimiento o la gestión de residuos.
Sin embargo, ha afirmado Fernández, “no debemos olvidar que la Gestión por procesos también puede y debe aplicarse a procesos estratégicos tales como la Gestión presupuestaria, la Gestión del conocimiento, la responsabilidad social corporativa o la comunicación institucional o planificación estratégica”.
Asimismo, “dentro de los procesos estratégicos, debemos incluir la Gestión de los sistemas de información, sin la que es imposible la implantación operativa de los procesos, su monitorización y toma de decisiones basada en datos”. Ésta última es un pilar fundamental de la función directiva en las organizaciones sanitarias.
La directora General de Cuidados y Calidad ha destacado por último que hay que “seguir trabajando para aproximarnos al paradigma de organizaciones sanitarias de alto rendimiento, que se caracterizan por la búsqueda incesante de la máxima calidad en la prestación de servicios sanitarios y el máximo desarrollo de las personas que integran la organización”.
