La vicepresidenta de Educación, Cultura, Igualdad y Bienestar Social asiste a la inauguración de las obras de restauración junto a la alcaldesa de Ontígola, el arzobispo de Toledo, la delegada provincial de Hacienda y Administraciones Públicas y el diputado provincial de Conservación Vial y Parque Móvil.
La vicepresidenta de Educación, Cultura, Igualdad y Bienestar Social, Ana Gómez, resaltaba el pasado domingo, durante la inauguración, el excelente trabajo llevado a cabo para restaurar el templo parroquial de la Purísima Concepción, de Ontígola, ubicado en la plaza de la Constitución.
Así lo manifestaba la vicepresidenta en el acto inaugural de rehabilitación de la Iglesia, que contó con la presencia de la alcaldesa de Ontígola, Engracia Sánchez, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, la delegada provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, María Ángeles García, y el diputado provincial de Conservación Vial y Parque Móvil, Ángel de Vega.
Ana Gómez asistía a la finalización de las obras de la nueva construcción de la parroquia del municipio, cuya primera piedra se colocaba en el mes de enero del año 2020, tras doce años desde que el templo cerró al culto por derrumbamiento.
La vicepresidenta de la Diputación ha representado al Equipo de Gobierno de la Institución en un acto de enorme simbolismo para la localidad de Ontígola, tras recuperar un espacio de culto adecuado en el mismo lugar donde existía la iglesia de la que solo se conservaba la torre y la fachada principal.
Las obras de restauración de la parroquia han conservado la torre y la fachada originales del templo, acometiendo las obras de restauración de un edificio que se había declarado totalmente ruinoso, con unos cimientos en pésimas condiciones.
En total se han invertido en la rehabilitación de la iglesia más de 1,2 millones de euros, sufragados al 70 por ciento por el Arzobispado de Toledo y el 30 por ciento restante con las donaciones de los feligreses.
Los trabajos de rehabilitación han permitido recuperar un edificio religioso que presta sus servicios a una comunidad de fieles superior a los 4.000 habitantes, recuperando así para la localidad un referente patrimonial para todos los ontigoleños y ontigoleñas.
