La nube tóxica generada por el incendio declarado ayer en Almonacid del Marquesado, supone un riesgo potencial para la población, por lo que la Consejería de Desarrollo Sostenible debe monitorizar la calidad del aire y si fuera necesario, tomar medidas preventivas.
El incendio declarado ayer, demuestra que no es una planta de reciclaje sino un enorme vertedero que acumula grandes cantidades de residuos orgánicos e inflamables.
Ecologistas en Acción de Cuenca, solicita a la Junta el cierre inmediato del macrovertedero, mientras no se garantice que no se producirán más incendios.
Aunque todavía es pronto para saber el origen, incendios similares en vertederos se han debido a dos causas: por una lado, por el acumulo excesivo de materia orgánica, genera (por fermentación anaerobia favorecida por las altas temperaturas) bolsas de metano, gas altamente inflamable e incluso explosivo que podría haber iniciado la ignición; por otro, la presencia de residuos (especialmente plásticos) que no han sido adecuadamente sellados con tierra y que una vez iniciado el fuego son un excelente combustible. Si la gestión de las instalaciones fuera la adecuada, buena parte de los residuos que ahora están ardiendo, se habrían trasladado a un centro de recuperación para un nuevo uso.
Desde 2018 Ecologistas en Acción de Cuenca viene denunciando ante la opinión pública que esta instalación no es una planta de reciclado ni un ‘ecoparque’ sino el vertedero privado de residuos industriales más grande de España y que su gestión era opaca, transmitiendo a los medios información sesgada o directamente falsa, sorprendentemente secundada por autoridades de la Junta. Ecologistas en Acción ha solicitado varias veces, una reunión con el alcalde de Almonacid del Marquesado y Presidente de Diputación de Cuenca e información del convenio con la empresa propietaria del macrovertedero al que finalmente no ha tenido acceso. Una vez observado el acontecimiento de ayer, se demuestra que las sospechas y dudas de la organización ecologista tenían fundamento.
Aunque se trata de residuos no peligrosos, su quema descontrolada y especialmente de los materiales que contienen plásticos, genera una nube tóxica que (bajo determinadas circunstancias) puede ocasionar efectos negativos a la salud. Por ello, es indispensable realizar un seguimiento de la nube en tiempo real y medir la presencia de sustancias tóxicas y en especial, hidrocarburos aromáticos, dioxinas y furanos, sustancias todas ellas altamente toxicas.
Ecologistas en Acción, además de solicitar por escrito el cierre cautelar del macrovertedero, está recabando información para realizar las oportunas denuncias, ya que considera que estos hechos podrían ser constitutivos de uno o más delitos contra el medio ambiente.
El vertedero privado más grande de España, situado en Almonacid del Marquesado (Cuenca), propiedad de la empresa catalana Grupo Griñó, trabaja desde mayo de 2020 a pleno rendimiento, recibiendo residuos de Cataluña, Levante, Madrid y otras muchas ubicaciones incluidos terceros países, hasta un ritmo de 1.000 toneladas de residuos industriales diarios, lo que significa (de media) 50 camiones diarios rebosando basura industrial que va directamente a vertedero.
Aunque se trata de un vertedero para residuos no peligrosos, la lista de los autorizados (códigos LER) es de unos 300, entre otros: los residuos de transformación física y química de minerales; lodos de lejías y de destintado de papel; lodos que contienen metales pesados; lodos de pintura, barniz, adhesivos y tintas, etc. Dado que la recuperación es ínfima o (en muchos de los camiones) nula, el acumulo de las más de 1.000 toneladas de residuos diarios y (como se aprecia en los vídeos distribuidos por redes sociales) sin cubrirse adecuadamente, puede tener estas nefastas consecuencias.
Este incendio demuestra también el fracaso de los planes de economía circular que ha puesto en marcha la Junta. Hechos como este ponen de manifiesto que, por encima de declaraciones grandilocuentes, se mantiene la economía lineal y el modelo de «usar y tirar«.
Desde diciembre de 2020 se está construyendo un nuevo macrovertedero en la localidad toledana de Pantoja, por la empresa catalana Hera Holding Hábitat, Ecología y Restauración Ambiental, S.L., propiedad en un 95% del Grupo Griñó.
Para Carlos Villeta, portavoz de Ecologistas en Acción de Cuenca: «Lo más urgente es que se monitorice la nube tóxica y en caso necesario se tomen medidas de protección para las personas de las poblaciones cercanas al macrovertedero. Pedimos a las vecinos y vecinas de la zona que eviten respirar aire contaminado por la nube tóxica, que no se acerquen al incendio y que las personas vulnerables (enfermos, personas mayores y niños) se queden en casa mientras no se extinga el incendio y en caso de percibir algún síntoma, acudan a los servicios sanitarios. También solicitamos al grupo Griñó que informe sobre la toxicidad de los residuos en ignición y el plan de contingencia que se está llevando a cabo. Por último exigimos a los responsables del Grupo Griñó y las administraciones que han permitido esta situación (Consejería de Desarrollo Sostenible y ayuntamiento de Almonacid del Marquesado) que den la cara, investiguen y expliquen las causas de lo ocurrido, se depuren responsabilidades y hasta que no se tomen medidas para que estos hechos no se repitan, se cierre cuatelarmente el macrovertedero
