Bajo el mensaje “Gracias por movernos” grupos de voluntariado de 33 ciudades españolas han reconocido la función de las personas que trabajan en trenes, autobuses y tranvías para mantener vivas las ciudades
La actividad, que ha tenido lugar en cinco países europeos, pretende poner en valor la función que el transporte público tiene para reducir las emisiones contaminantes y garantizar el derecho a la movilidad universal
El transporte público es un servicio esencial para la ciudadanía, ya que garantiza que todas las personas puedan atender sus necesidades, incluyendo muchos puestos de trabajo esenciales en sanidad, suministros o educación
Grupos de voluntariado de Greenpeace han salido y saldrán este fin de semana a la calle para agradecer el trabajo del personal del transporte público en sus ciudades y pueblos. Con carteles en los que puede leerse el lema “Gracias por movernos” voluntarios y voluntarias se han hecho vídeos y fotos junto a diversos medios de transporte público. Greenpeace ha querido así poner en valor un servicio básico, que durante la pandemia ha permitido que multitud de personas hayan podido acudir a sus puestos de trabajo esenciales.
En total son 33 las localidades en las que voluntarios y voluntarias de Greenpeace están saliendo a las paradas y estaciones, llevando su reconocimiento a un colectivo que ha estado funcionando sin interrupción desde el comienzo de la COVID-19. Estos grupos, distribuidos por parejas, han tomado fotos y videos desde la calle, con mensajes que imitan las tarjetas de San Valentín, que se celebra mañana domingo. La actividad se está desarrollando siguiendo estrictamente las normas de mascarilla y distancia establecidas para prevenir la COVID-19.
Un servicio público esencial contra la crisis climática
La actividad de este fin de semana se enmarca dentro de la campaña “Transforma el Transporte”, en la que Greenpeace propone un sistema de movilidad que sea justo social y ambientalmente. En esta pandemia la sociedad ha valorado más si cabe la necesidad de contar con unos servicios públicos robustos que atiendan las necesidades comunes.
De ahí el agradecimiento a las personas que prestan estos servicios, así como una petición a los gobiernos para que prioricen la financiación de los servicios públicos en lugar de rescatar a empresas contaminantes, como denunció Greenpeace el pasado verano en alusión a las ayudas multimillonarias para el automóvil y la aviación.
La organización ecologista aprovecha así San Valentín para dar las gracias a quienes ponen en marcha el transporte público: desde quienes conducen trenes y autobuses, venden billetes, controlan el servicio, reparan en talleres, limpian los vehículos o trabajan en oficinas. Son más de 300.000 empleos solo en España que han permitido un transporte público ininterrumpido durante la pandemia, manteniendo viva nuestra comunidad y contribuyendo a frenar la crisis climática y reducir la contaminación del tráfico.
Lugares de la actividad
Andalucía: Almería, Fuengirola, Málaga, Granada y Sevilla
Aragón: Zaragoza
Asturias: Gijón y Oviedo
Castilla y León: León
Cataluña: Badalona, Sant Feliu, Olot, Reus y Tarragona
Comunidad de Madrid: Madrid y Valdemorillo
Comunidad Valenciana: Aldaia, Castellón, Massarojos, Rocafort, Valencia y Xirivella
País Vasco: Bilbao, Durango y Vitoria-Gasteiz
Galicia: A Coruña, Pontevedra, Vigo y Vilagarcía de Arousa
Islas Baleares: Alcudia y Palma de Mallorca
Islas Canarias: Las Palmas de Gran Canaria
Navarra: Pamplona