El párroco local, Javier Lucía, bendecía ayer el nacimiento de la Asociación Cultural y de la Mujer, en el Poyo La Fruta; y el Belén Parroquial, en la Iglesia de la Asunción, que son. este año más que nunca, dos de los referentes de la Navidad parejana.
La magia de la Navidad ha llegado a Pareja (Guadalajara). Se percibe desde muy lejos, cuando ya en el azud se ve reflejada una gran estrella que la ilumina sobre una de las colinas cercanas a la villa alcarreña, y también con los adornos y el alumbrado navideños, y el gran árbol, que luce en el centro de la plaza, adquirido este año por el Ayuntamiento de Pareja.
Y, pese a que este año es diferente, por la pandemia, los parejanos mantienen vivo el espíritu de estas fechas. Un magnífico ejemplo de ello son los dos belenes de Pareja, el de la Asociación Cultural y de la Mujer, y el de la parroquia. Este año con menos pretensiones que en otros, por las circunstancias, y por la dificultad de reunión, pero igualmente bonitos y cuidados, en la tarde de ayer fueron bendecidos, como es tradición en Pareja, por el párroco local, Javier Lucía, con una sencilla oración. Los dos vuelven a ser el orgullo de la Navidad parejana, y una de sus referencias durante las fiestas.
Cada año diferente, pero siempre muy trabajado, es un deleite admirar el Belén Parroquial, en la gran Iglesia de Pareja. De nuevo el juez de paz, Salvador Ortiz; el mecánico, José María Ibáñez, y el pintor Felipe Gascueña, a quienes han vuelto a ayudar sus mujeres y algunos parejanos y parejanas más, incluido el párroco local, Javier Lucía, han dedicado un especial cariño a su construcción, precisamente por la pandemia. Construido a partir de un camino bien visible y delimitado, que sigue el perímetro de la gran capilla que lo acoge, tampoco este año le falta un detalle. Molinos y norias, dotan de movimiento este homenaje a la paciencia y al buen gusto parejanos, en un espacio de algo más de 15 metros cuadrados. En una hornacina, en el centro, hay dos hermosas maquetas, réplicas de la Iglesia de la Asunción de Pareja y de la Ermita de la Virgen de los Remedios. Su presentación de este año ha sido discreta y prudente, como corresponde a los tiempos que corren. Pero ahí esta, de nuevo como visita obligada de la Navidad parejana.
Algo más pequeño que el de otros años, por la responsabilidad local a la hora de limitar las reuniones sociales, la Asociación Cultural y de la Mujer también ha construido el suyo, bien visible en el centro del pueblo, en el soportal del Poyo La Fruta. María José Alcocer y Esperanza Redruejo, Maria del Carmen Calvo, Manoli Redruejo, Alberto Fernández, José Manuel Gil, Angelines Arribas y el propio Ayuntamiento, han trabajado en equipo para que luzca, también en 2020, como lleva haciéndolo casi dos décadas, en la Plaza de la Constitución. Tiene cerca de un centenar de figuras, muy trabajadas, pintadas a mano, su río, y todos los elementos tradicionales en su sitio tradicional.
Después de la bendición, sonaron los villancicos, gracias, un año más a la Agrupación Musical de Pareja.
Javier del Río, alcalde de Pareja, acompañó ayer la celebración religiosa, que ha supuesto este año, junto con el encedido del alumbrado, la escenificación de la llegada de la Navidad a Pareja. “El Ayuntamiento agradece su trabajo a quienes han montado los belenes, en la iglesia y el soportal de la Plaza, e instalado luces y adornos. Todo ello nos anuncia que ya es Navidad en Pareja”, afirma el regidor.
