Solo el 43% de los baby boomers y el 38% de los veteranos, por el contrario, expresan esta misma preocupación
Este factor se suma a la lista de diferencias respecto de las generaciones predecesoras
Contraer alguna enfermedad a consecuencia de la falta de higiene es algo que preocupa a más de la mitad de los millennials (al 53%, concretamente, de aquellas personas entre los 26 y los 40 años*) y de la Generación Z (al 54% de los que tienen entre 16 y 25*) en nuestro país. Esta preocupación por la higiene se erige como una característica distintiva de los más jóvenes, que se suma a la lista que les diferencia notablemente de otras generaciones.
Hasta ahora, sabíamos que estos dos grupos de jóvenes son los primeros nativos digitales de la historia; tienen altos estándares en cuanto a trabajar o adquirir productos y servicios empresas comprometidas social y medioambientalmente; y un enfoque mucho más abierto en temas de sexualidad. En el ámbito de la higiene y el bienestar también se distinguen de las generaciones predecesoras.
Se trata, de hecho, de la primera generación que se toma el bienestar más en serio, tal y como vienen demostrando estudios publicados en los últimos años. Así, realizan más ejercicio diario, comen más saludable y fuman menos; en este sentido, destaca el uso de apps para monitorizar sus datos de entrenamiento y deporte o de comidas saludables.
Esta preocupación por la higiene coincide en el tiempo con el periodo de vida en el que el ser humano busca una mayor aprobación por el resto de la sociedad y está más concienciado sobre la imagen que proyecta a los demás, que es durante la juventud. Además, también encaja en el tiempo con la etapa en que las personas se convierten en padres, signo de que es cuando mayor conciencia se tiene sobre los riesgos de posibles infecciones provocadas por la falta de higiene.
Por otro lado, los resultados de los jóvenes de nuestro país son consistentes con las cifras globales, aunque ligeramente superiores en España. Así, a nivel global, el 50% de los pertenecientes a la Generación Z y el 52% de los millennial muestran esta preocupación por la escasez de higiene.
Rompiendo tabúes
Los resultados del estudio son una prueba más del contraste de estas generaciones con otros grupos de edad, como pueden ser los baby boomers (de 41 a 60 años), donde el porcentaje de preocupación por la falta de higiene se sitúa en el 43%; o los denominados veteranos (más de 61 años), donde la cifra desciende hasta el 38%.
Estos datos se extraen del Informe de Higiene y Salud de Essity, que ya va por su sexta edición y que se basa en conocimientos e investigaciones de expertos y académicos de Essity y de la Water Supply and Sanitation Collaborative Council (WSSCC), entidad perteneciente a Naciones Unidas. Se trata de un estudio que recoge testimonios de más de 15.000 personas en países de todo el mundo acerca de los hábitos de higiene de las personas y cómo éstos afectan a su día a día.
El objetivo de este informe es concienciar acerca de la conexión entre higiene, salud y bienestar; contribuir a mejorar los estándares de higiene, a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y romper tabúes en torno a la higiene en aspectos como la incontinencia y la menstruación, que aún hoy generan reparos a la hora de abordarlos.
José Ramón Iracheta, Country Manager de Essity en Iberia, apunta “desde Essity llevamos años trabajando por romper tabúes, y hasta la fecha hacemos un balance muy positivo. Por ello seguimos esforzándonos por ofrecer productos que permitan mejorar la calidad de vida de las personas, en un ámbito tan importante para la salud y el bienestar como es la higiene”.
Sobre Essity
Essity es una compañía líder global en higiene y salud que desarrolla, produce y vende productos y soluciones para el cuidado personal (productos para el cuidado del bebé, higiene femenina, productos para la incontinencia y soluciones médicas), productos de tisú y de higiene profesional. Essity vende sus productos en aproximadamente 150 países bajo diversas marcas, incluidas marcas líderes a nivel global, TENA y Tork, y también marcas como Leukoplast, Colhogar y Demak’Up. Essity cuenta con unos 45.000 empleados, y su facturación neta de 2017 ascendió a 109.000 millones de coronas suecas (11.300 millones de euros). Las operaciones comerciales de la compañía se basan en un modelo de negocio sostenible, centrado en la creación de valor para las personas y la naturaleza. La compañía tiene su oficina central en Estocolmo (Suecia) y cotiza en el índice Nasdaq de la Bolsa de Estocolmo. Essity formó parte anteriormente del Grupo SCA.