El presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, que ha sido el encargado de recoger el galardón en el transcurso de una cena de gala celebrada en Teruel, no ha dudado en agradecer, en nombre de la institución provincial, este reconocimiento a la implicación con la arquitectura defensiva de la provincia de Cuenca
Diputación Provincial de Cuenca ha recibido este sábado la Medalla de Plata de la Asociación Española de Amigos de los Castillos por “su implicación con la arquitectura defensiva de su provincia, reflejada en inversiones para la restauración y promoción de varios castillos, así como por la difusión de las fortalezas de la provincia con la próxima publicación de un libro enciclopédico sobre las mismas”, tal y como asegura textualmente en su reconocimiento esta asociación con más de 60 años de historia.
Por ello Benjamín Prieto, presidente de la institución provincial, se ha desplazado hasta la capital turolense, donde en el transcurso de una cena de gala, dentro de los actos conmemorativos por la celebración del Día Nacional de los Castillos, se ha encargado de recoger este galardón.
Un reconocimiento que Prieto no ha dudado en agradecer, en nombre de la Diputación, porque, tal y como ha subrayado, no solo viene a premiar esta tarea común de conservar la arquitectura defensiva, que es, al fin y al cabo, una obligación de las administraciones públicas, sino que, además pone de manifiesto el rico patrimonio fortificado de nuestra provincia, que es parte de nuestra historia y seña de identidad de muchos municipios y, en definitiva, de todo un territorio.
Pero con esta Medalla de Plata, la Asociación Española de Amigos de los Castillos viene a reconocer la especial sensibilidad de esta Diputación para con el patrimonio defensivo con la próxima edición de un libro, a modo de enciclopedia, con los estudios arqueológicos e históricos de los 104 elementos de arquitectura fortificada existentes en nuestra provincia, desde castillos y villas fortificadas hasta murallas y torres medievales, resultado del trabajo realizado durante un año por un equipo de dieciséis expertos, entre historiadores, arqueólogos, arquitectos y castillólogos, entre los que se encuentran José Luis Rodríguez Zapata, Rafael Gómez Moreno o José Antonio Almonacid Clavería, así como su coordinador Miguel Salas.
Un catálogo, en el que está trabajando en la actualidad el Servicio Provincial de Publicaciones, que, en su opinión, no solo debe de convertirse en hoja de ruta para el turismo que nos visita, sino también para las administraciones públicas, en su caso, para su aprovechamiento en las estrategias turísticas y como herramienta para combatir la despoblación. Y es que el presidente de la Diputación considera que este patrimonio, que muchas veces ha estado sumido en el olvido, debe de ponerse de moda para ser conocido por todos y servir de revulsivo para el medio rural.
Entrega de premios
Pero el de la Diputación de Cuenca no ha sido el único galardón entregado la noche del sábado por los Amigos de los Castillos; de hecho, han sido siete los reconocimientos entregados. En concreto, la Medalla de Oro ha correspondido a Guillermo Perinat y Escrivá de Romaní, Conde de Casal, por su labor al frente de la Asociación Española de Amigos de los Castillos durante quince años. Asimismo, han sido reconocidos con la Medalla de Plata, al igual que la Diputación conquense, el Departamento de Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón por el apoyo demostrado a los castillos aragoneses, el Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil promovido por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, el Consorcio del Castillo de San Pedro de Jaca (Huesca) por convertir la fortaleza en un foco cultural del Alto Aragón, y Julio Navarro Palazón por su trayectoria científica en favor de los conjuntos fortificados de Monteagudo (Murcia). Ha cerrado el palmarés de este año, con la Medalla de Bronce, la restauración del Castillo de Jarque de Moncayo (Zaragoza) con el proyecto de José María Sanz Zaragoza y Sergio Izquierdo Guillén.
Una noche muy especial en torno a la arquitectura defensiva que, para Prieto, ha venido a corroborar la importancia de este patrimonio no solo para la historia de España, sino también para su presente y futuro.
