El difícil año que Castilla-La Mancha y el resto de España han padecido, meteorológicamente hablando, lo han sufrido miles de agricultores, que han visto cómo las lluvias y el pedrisco dañaban muy seriamente sus cultivos. Sin embargo, ante esta situación, los seguros agrarios Especialistas en Riesgos Agroalimentarios ha tranquilizado en todo momento a los agricultores porque, tal y como afirma, Pedro Leandro, “el Sistema de Seguros Agrarios funciona, y con rapidez”.
De hecho, ya se están pagando algunas de las indemnizaciones, como es el caso de la producción de ajo. En este sentido los agroseguros ya ha iniciado el pago de las indemnizaciones, por un valor de 16,2 millones de euros. De esta cifra, Castilla-La Mancha recibirá el 86%, fundamentalmente para las provincias de Albacete (con 9,2 millones de euros) y Cuenca (con 3,3 millones de euros), las más dañadas.
Tal y como afirma Pedro Leandro “el Sistema de Seguros funciona y está preparado para aguantar una alta siniestralidad, como la que ya tuvimos el año pasado; además, puedo decir que no solo funciona, sino que además es un sistema muy rápido, ya que los agricultores ingresan sus indemnizaciones cada vez con mayor celeridad”.
Prueba de ello son las indemnizaciones de la producción de ajo, “como hemos dicho, se han abonado 16,2 millones de euros, pero su totalidad, que asciende a 33,7 millones, será abonada a lo largo del mes de agosto, según la información que hemos recibido de Agroseguro”, comenta Pedro Leandro”.
Datos nacionales
Respecto a los datos nacionales del resto de producciones, Agroseguro ha informado de que las intensas y reiteradas tormentas de pedrisco que se han registrado desde el mes de marzo, con el inicio de la primavera, han afectado, a nivel nacional, a un total de 542.160 hectáreas de cultivo, lo que supone una previsión de indemnización de 214 millones de euros.
La previsión de indemnización por todos los eventos climáticos adversos ocurridos durante este año asciende ya a 437 millones de euros, con una superficie siniestrada de casi 1.100.000 hectáreas.
Los cultivos más afectados en toda la geografía nacional por la meteorología han sido los frutales, seguidos de los cultivos herbáceos extensivos, la uva de vino y, por último, el caqui.