Marta Segarra califica de histórico el acuerdo del Pleno de aceptación de la obra de Torner
La concejal de Cultura ha relatado cómo Torner a lo largo de estos años ha sido una figura determinante para el logro de hitos culturales de nuestra ciudad, cuya contribución al arte español del siglo XX ha sido excepcional
Se culmina un proceso que se inició hace justo un año con la aprobación del inicio del expediente para aceptar dicha donación
Marta Segarra, concejal de Cultura del gobierno local del Ayuntamiento de Cuenca, ha destacado el acuerdo de aceptación de la donación de las obras artísticas contenidas en el Espacio Torner, con lo que se culmina un proceso que se inició hace justo un año con la aprobación del inicio del expediente para aceptar dicha donación, que consiste en 88 obras propiedad del autor, entre pinturas, esculturas, collages y obra gráfica.
“Hoy es un día muy importante para la ciudad de Cuenca y para los conquenses”, ha dicho y ha continuado señalando que gracias a la generosidad del gran artista Gustavo Torner, Cuenca recibe un legado artístico de un gran valor no sólo económico, sino sobre todo cultural y artístico.
En el desarrollo de su exposición ante el Pleno, Segarra, ha relatado cómo Gustavo Torner a lo largo de estos años ha sido una figura determinante para el logro de hitos culturales de nuestra ciudad. Como fue la creación del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, proceso que se inició gracias a su amistad con Fernando Zóbel; hecho que supuso que Cuenca se abriese ante el mundo como una ciudad plenamente incorporada a los circuitos culturales del arte contemporáneo a nivel mundial.
Torner se convirtió en inesperado promotor del renacer cultural de su ciudad natal. Junto con sus grandes amigos Zóbel y Rueda constituirán lo que la historiografía ha denominado ‘Grupo de Cuenca’ y cuya contribución al arte español del siglo XX ha sido excepcional.
En el año 2005 se abrió el Espacio Torner, museo dedicado a su obra en el privilegiado emplazamiento de la antigua Iglesia de San Pablo. Torner asumió el reto de mostrar un conjunto suficientemente significativo de toda su obra respetando el contexto de la basílica.
Este trabajo se puede decir que es sin duda el que más esfuerzos de todo tipo le ha costado y quizás también su mayor obra, tal como describe Sagastibelza nos encontramos ante un enorme y esclarecedor collage con el atrevimiento que da la madurez y nos desvela la aspiración más alta y última de su obra y su visión del arte.
Hoy los conquenses estamos de enhorabuena porque recibimos este legado con un profundo sentimiento de gratitud y admiración hacia uno de nuestros mayores creadores, el artista Gustavo Torner.
