Belén Torres, concejala del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Villarrobledo (Albacete) ha denunciado, una vez más, las malas artes del equipo de gobierno socialista de Villarrobledo.
Concretamente, Torres se ha referido a “la mala praxis con la que cada día nos sorprenden y no tienen límites, llegando incluso a despreciar los derechos de las personas con discapacidad, a través de un escandaloso abuso de poder”.
Belén Torres ha hablado de “la famosa rampa del edificio sito en Pasaje de la Estrella, 3, que fue autorizada por resolución de alcaldía en 2006 y, que, de repente, después de más de 10 años de su autorización, el alcalde socialista y la concejala de Servicios Sociales deciden quitarla, a sabiendas de que allí tiene su vivienda una persona con una discapacidad considerable”.
Sobre la citada rampa, Torres ha dejado claro que la propuesta de su eliminación fue del PSOE, y concretamente, muy defendida en un primer momento por la concejala de Servicios Sociales, Rosario Herrera, “siendo desestimada su eliminación en la Comisión de obras correspondiente por mayoría de votos”.
Lamenta Belén Torres la puesta en marcha, por parte del alcalde y la concejala, de la instrumentación jurídica pertinente para eliminar la rampa por la que un discapacitado accede a su casa, bajo un expediente de recuperación de oficio del metro de acerado ocupado por la rampa.
“Todos los esfuerzos eran pocos para recuperar ese metro de acera, -ha dicho Torres-, poniéndose en marcha tanto en la Comisión de Tráfico como en la Junta de Gobierno en menos de una semana; había que recuperar ese metro de acera por las buenas o por ejecución, dejando aparte el resto de problemas de nuestro pueblo y de nuestro Ayuntamiento”.
La fundamentación que han ido haciendo desde el equipo de gobierno socialista ha sido variada, desde decir en comisión que “no está justificada la existencia de esa rampa y esa escalera”, a las declaraciones en prensa diciendo que “es una rampa privada que en su día tuvo un sentido, pero ahora no lo tiene y está fuera de la ordenación urbana”.
La concejal popular dice que todas estas declaraciones y acuerdos “han dado lugar a una reacción social muy importante y de la que nos tenemos que sentir orgullosos como personas solidarias capaces de ponernos en el lugar del otro, porque lamentablemente, para la persona discapacitada que vive en ese edificio, el valor de esa rampa es infinitamente mayor al valor que le pudiera repercutir al alcalde recuperar ese metro de acera; ese metro de acera permite a la persona discapacitada su plena participación dentro de la sociedad».
Ha destacado también la labor hecha por los vecinos de la comunidad, que han tenido que hacer un desembolso económico, dejando al margen el daño moral, para hacer ver que ese metro era esencial para la persona con discapacidad que allí reside y que además no había otra opción viable que no fuera la de ocupar ese metro de acera; por lo que añade Belén Torres que “ha tenido que ser a costa de ese desembolso económico y del daño moral realizado, y tras la reacción social, este alcalde se ha desdicho nuevamente de sus palabras, y solo después del daño producido, entiende que sí hay razones que justifican esa rampa”.
Belén Torres, desde el Grupo Municipal Popular, ha exigido al alcalde socialista y a la concejala de Servicios Sociales que “pidan disculpas al colectivo de discapacitados y a sus familias, y especialmente a la persona discapacitada que reside en el edificio, por haber despreciado, como lo han hecho, el derecho a una vida plena en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos”.
Además, ha vuelto a pedir, por segunda vez, la dimisión de la concejala Rosario Herrera “primero por votar a favor de eliminar una rampa a sabiendas de que esta permitía acceder a un discapacitado a su vivienda, quedando este hecho en su currículum; y segundo, por la incoherencia que ha mostrado, diciendo un día que no había justificación y otro diciendo que sí, cuando la situación es la misma”,
Finalmente, ha pedido al alcalde socialista que reconozca que se ha equivocado y “que la próxima vez que decida actuar, mida sus fuerzas porque todo ha caído en saco roto para él, pero no para la persona discapacitada y su familia; todo a costa de un daño moral, de un desembolso económico y de una persecución gratuita a la discapacidad que no puede entenderse”.
Ha terminado apostillando que “todo esto no lo dice el PP, sino la persona discapacitada que ha visto cómo se le dificultaba un poquito más, si cabe, su vida diaria por parte del alcalde socialista y de la concejal de servicios sociales”.