La villa de Pareja (Guadalajara) guarda en sus calles, plazas, fuentes, ermitas, soportales, y en su monumental iglesia, erigida bajo el mandato del Obispo de Cuenca Don Diego Ramírez de Fuenteleal en torno a 1530, el sabor de los pueblos alcarreños y el abolengo de las tierras de Castilla, atractivos a los que hay que sumar las inmensas posibilidades de ocio activo que ofrece su entorno natural: por un lado en cuanto a los hermosos paisajes de sus vegas y bosques, y por otro en cuanto al sinfín de actividades náuticas ofrecidas por las aguas de su Lago y el embalse de Entrepeñas.
El visitante que llegue a Pareja encontrará una infraestructura diseñada para el recreo y el esparcimiento, aprovechando su incomparable marco natural y las enormes posibilidades de ocio activo que aportan las aguas del lago de Pareja, recogidas por su azud.
En sus más de 29 hectáreas, hay embarcadero para deportes náuticos sin motor, zona de playa para baño, dos islas parra observación de anátidas y aves acuáticas, camino de 3 km. de uso peatonal y bicicletas,con mobiliario urbano, etc..
Es menester recordar al viajero que la Villa de Pareja cuenta con la segunda feria más antigua de la provincia de Guadalajara, gracias a un privilegio real concedido por Alfonso X en el año 1255 para realizar una feria anual «por siempre jamás quince días antes de cincuesma, y mando que todos aquellos que vinieren, cristianos, moros y judíos, nadie les fuga fuerza nin tuerto mal alguno», según reza el documento. El Ayuntamiento la ha recuperado, de manera que desde hace tres años se celebra unos días antes de la Semana Santa.
Además de la fiesta grande de septiembre (El día 8 es el día de la Virgen de los Remedios en Pareja) son de importancia los festejos de los Mayos, el Jueves Lardero, y sus tortillas y pucheros, el Domingo de Resurrección y la Procesión del Encuentro, la Noche de Difuntos y las Candelas de Tabladillo, todos ellos cargados de rasgos culturales propios, aderezados por ricos platos gastronómicos en cada fecha.
Pero lo destacable de Pareja no se circunscribe sólo a esta villa, sino también en sus pedanías, Casasana , Cereceda y Tabladillo, así como en sus distintas urbanizaciones, en las que el descanso y la tranquilidad que ofrecen las aguas de Entrepeñas se entremezcla con el deporte náutico en sus diversas formas: Vela, piragüismo o surf, para lo cual cuenta con diferentes embarcaderos y clubes náuticos. Cabe destacar, además, la presencia de un centro de equitación donde disfrutar de rutas a caballo o clases ecuestres compaginando el entorno natural de Pareja con el mundo del caballo. Nota peculiar y que también puede atraer el gusto del viajero más solitario, es Hontanillas, población abandonada en los años 60.
Polideportivo, piscina, clubes náuticos, centro ecuestre, embarcaderos, bares, autoservicios, etc, completan la oferta del municipio al visitante que, sin lugar a dudas, quedará prendado de todos estos encantos, y al igual que Don Camilo en su «Viaje a la AIcarria» pensará en una próxima visita a “La ribera de La Alcarria”.
Pareja en la obra de un premio Nobel
En 1946, Camilo José Cela puso a la comarca de La Alcarria en lo más alto de las letras mundiales a través de su obra “Viaje a la Alcarria”. Quien obtuviera el Premio Nobel de Literatura en 1989 describió en su libro de viajes más importante las impresiones que le causaron los paisajes y las personas que iba descubriendo en los pueblos por los que pasaba. Este es el caso de Pareja, de donde se pueden extraer algunas citas:
“Una fuente en la plaza y una olma vieja, una cigüeña pasa sobre Pareja”.
“Le sorprende el primer claro del amanecer a la vista ya de Pareja, en un terreno de buena vega y bien cultivada, en un campo rojo de arcilla, lleno de huertos entre los que se ve, de vez en cuando, algún ladrillar con las gentes ya afanadas al trabajo.
Pareja es un pueblo industrioso y grande, con casas nuevas al lado de otras en ruinas y una fonda en la plaza principal. La plaza es amplia y cuadrada y en el centro tiene una fuente de varios caños, con un pilón alrededor, y un olmo añoso”.
“Chillan los gorriones en el olmo de la plaza, ante el balcón abierto lleno de macetas de geranios, y un canario amarillo canta en su jaula, erizando las plumitas de la garganta. Un gato duerme al sol, dentro del cuarto, en la esquina de la esterilla de esparto, y un niño pequeño mea gloriosamente, desafiadoramente, desde el balcón.”
“Pareja es un pueblo donde la gente tiene ideas. Un rico, dos o tres años atrás, plantó judías en lugar de cebada. Echó un bando diciendo que a todo el que quisiera trabajar para él poniendo judías, le pagaba a veinte céntimos el golpe…”
“Hay, a veces, temibles sensaciones de bienestar capaces de derribar montañas; contra ellas hay que luchar con valor, como contra un enemigo. Después, cuando pasa el tiempo, se nota como una gotita de acíbar en el corazón… El viajero, con tanta felicidad, acaba durmiéndose en la mecedodra”.
Historia
El nombre de Pareja deriva de «Parelia» o «Paradisus» lo que en latín significa «lugar hermoso», «huerto» o «jardín».
En 1156, el rey de castilla Alfonso VII, donó Pareja y sus aldeas próximas al obispo de Sigüenza don Pedro de Leucate, estando poco tiempo bajo sus dominios ya que en 1177, reconquistada por Alfonso VIII a los árabes la ciudad de Cuenca, donó a perpetuidad en 1198 este enclave de Pareja y sus aldeas (Chillarón, Parejuela, Alique, Hontanillas y Tabladillo) al obispo de Cuenca.
Su situación, en pleno cruce de caminos en el corazón de la Alcarria, hizo de Pareja lugar de paso indispensable para los peregrinos que hacían el Camino de Santiago, que está perfectamente señalizado a su paso por el término municipal de la localidad. La villa fue elegida por los obispos conquenses para vivir en ella durante largas temporadas.
De este modo e invitado por los obispos en 1214, se alojó en Pareja el rey Alfonso VIII. Esta villa gozó de numerosos privilegios y exenciones por parte de los reyes castellanos, entre otros el de que sus vecinos pudieran viajar sin obligación de pagar impuestos por toda Castilla, y el de que pudieran celebrar cada año una gran feria comercial en primavera.
La protección de los reyes y obispos hizo prosperar a Pareja, celebrándose en ocasiones sínodos episcopales de Cuenca. En 1534, siendo obispo don Diego Ramírez de Fuenleal y con anterioridad en 1344, siendo obispo don Bernardo, se publicaron desde el coro de su Iglesia las constituciones sinodales que había redactado para toda su diócesis.
Otra de las instituciones de mayor representatividad fue el Cabildo eclesiástico, fundado por el arcipreste de Pareja, don Rodrigo de Valdés, en 1524, y puesto bajo el patrocinio de San Pedro y San Pablo, que acogía a todos los clérigos que en la villa vivieran u ocuparan en ella un cargo oficial y remunerado.
En 1816 se fundó en Pareja la Real Sociedad de Agricultura, cuya finalidad era la de fomentar el estudio y aplicaciones prácticas en torno a los mas variados temas de la vida y sociedad y por ende ampliar la cultura popular.
Monumentos
La Plaza y su olma. Aparte de los atractivos naturales, es de sumo interés para el viajero visitar la Plaza Mayor de Pareja, uno de los conjuntos urbanos más interesantes de toda la Alcarria, que además ha sido rehabilitado recientemente. Famosa fue la vieja olma, centenaria, que lamentablemente murió hace unos años víctima de la grafiosis y cuyos restos se conservan ahora en el Parque de la Olma Vieja. La plaza se flanquea de una modernizada fuente y algunas barandillas que modulan los diferentes niveles de la superficie. En el extremo oriental se levanta el Ayuntamiento. Sobre el costado norte, un palacio inmenso. Al sur una hilera de casas soportadas, algunas con blasones sobre sus puertas, y un edificio con soportales tenidos por columnas metálicas muy en el estilo de la arquitectura del hierro del siglo XIX, pero con un marcado acento rural. En el costado de poniente se alza el palacio de los señores del pueblo, los obispos de Cuenca, que en 1787 mandó construir el obispo Solano para sustituir al antiguo.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La iglesia parroquial de Pareja es un grandioso edificio construido en el siglo XVI, que refleja el poderío que mantuvieron en su época los señores de Pareja: Los Obispos de Cuenca.
El trazado de la iglesia responde a un solo proyecto pero en su ejecución se pueden apreciar las variantes que distinguen sus dos fases.
La primera fase, en torno a 1530-1540, se centra en la cabecera y el crucero, incluyendo la sacristía y la capilla mayor. Respeta en gran medida los conceptos góticos de construcción con un presbiterio de planta poligonal.
Las bóvedas de crucería, que fueron empleadas, mediados del siglo XVI, fueron las cubiertas elegidas para las tres naves de la iglesia.
Remata la obra con el arranque de la torre, inserta en el propio edificio, en cuyo interior, frente al presbiterio, se localiza el coro y la sala bautismal en su piso inferior.
En la fachada de poniente encontramos una portada plateresca, formada por un arco de medio punto entre columnas, con figuras femeninas. En su parte superior, hay una hornacina, rematada en su cima con un escudo episcopal.
En el coro situado al final de las naves encontramos una balaustrada, acompañada con un escudo episcopal perteneciente a Fray Bernardo de Fresneda, obispo de Cuenca entre
1562 y 1571, en cuyo mandato parece ser finalizaron las obras de la iglesia. Concluyendo así el ciclo creador que en el transcurso de cuatro décadas nos llevó de las gárgolas góticas del exterior de la cabecera, los denominados «judíos», a la portada plateresco de la Puerta del Sol.
Recinto amurallado
En tiempos existió una fortaleza en la villa con dos torres, una cuadrada y otra redonda. Las murallas de esta fortaleza estaban construidas de cantería y yeso. De esta muralla existen aun hoy día en Pareja, algunos puntos concretos que se pueden observar por el viajero, como la torre cuadrada conocida como «Torreón«, que se erige junto a la Plaza de Toros, recientemente rehabilitado, o los lienzos de la «Fuente del Oro«.
Cuenta la leyenda que desde el Torreón se despeñó «Juana la Morilla» desde los muros afligida que la recluían, por la acusación inquisitorial de Brujería. Esta fortaleza se recoge en el escudo heráldico de la Villa, junto a su Olma de la plaza.
Ermita de Nuestra Señora de los Remedios
Construida en 1761. Su planta es de cruz latina, tiene una cubierta en el crucero rematada con una cúpula. Los brazos de la cruz, que forman su planta, están cubiertos por bóvedas de medio cañón. En la portada principal encontramos un pequeño pórtico sujetado por dos columnas, que cubren la puerta. Está formada por un arco de medio punto fabricado en piedra.
Brujería en Pareja
Cuenta la leyenda, también corroborada en parte por los archivos históricos de la villa que en el primer tercio del siglo XVI la extraña muerte de varios niños dentro de la comarca de Pareja, desató la ira de la población contra algunas mujeres por su comportamiento.
La denuncia ente el Tribunal Inquisitorial no se hizo esperar recayendo la mayoría de las acusaciones en Juana La Morillas, con manifiesta fama de bruja entre sus convecinos. En dicho sumario se autoinculpó junto con Francisca La Ansarona de encontrarse con diablos: “…iban altas del pueblo hasta dos palmos en el aire, vislumbrando a hombre negro de mediana estatura y los ojos bermejos e encendidos y la voz algo sonora”
