Esta cita dará comienzo este viernes en la Iglesia de Santiago
En sus diez años de andadura, han sido más de 20.000 las personas que han disfrutado de ellas
Más de dos mil personas disfrutarán este año de las Veladas de Arte Sacro, que cumplen su décima edición. El éxito de las mismas ha sido creciente en este periodo, convirtiéndose en una de las citas culturales más esperadas del calendario.
Las veladas han sido presentadas por Armengol Engonga, teniente de alcalde y concejal de Cultura en el gobierno local del Ayuntamiento de Guadalajara. Ha estado acompañado por Agustín Bujeda, vicario de la Diócesis de Sigüenza -Guadalajara, y por Ignacio Yepes, director de este ciclo.
Las Veladas de Arte Sacro comenzarán este próximo viernes, 3 de noviembre, y concluirán el domingo, 5 de noviembre. Comenzarán a las ocho de la tarde en la Iglesia de Santiago, con la música de su órgano (incluido en la ruta de órganos históricos de Castilla-La Mancha). María Ángeles Morcillo, interpretará la pieza de música sacra “Oración sin palabras”.
El sábado llegará la novedad de esta edición: un concierto “teatralizado”, de la mano de la Escolanía Ciudad de Cuenca. Será a las 12:00 horas en la Concatedral de Santa María. Se interpretará una versión instrumental y con voces de niños, del Stabat Mater de Pergolesi.
El sábado, 4 de noviembre, la Iglesia de Santa María Micaela, será escenario, a las 20 horas, de la interpretación de “El códice de las Huelgas”, de la mano del grupo vocal Ars Combinatoria. Este códice pertenece al manuscrito del Monasterio de Santa María la Real de Burgos.
El broche de oro de esta décima edición lo pondrá la Camerata del Arte Koné Ensemble. El domingo, 5 de noviembre, a las 18 horas, en la concatedral de Santa María, interpretará la “Invocación a la Sagrada Familia”, con obras de Bach (Motete n.º 3 “Jesu meine Freude”, Mozart (“Sancta Maria, Mater Dei”) y Mato y Tallante (Ave Ioseph).
Ignacio Yepes, ha destacado el éxito de este ciclo musical. “Hay un público que espera las Veladas de Arte Sacro. Se empapan de ellas. No sólo es un escaparate estético, sino que tiene otra dimensión que permite una interiorización, una llamada a lo trascendente. Tienen la capacidad de transmitir la presencia de aquel que inspira la música sacra. Los músicos no buscan el aplauso, sino transmitir hondura, lo que hoy en día tiene un valor extraordinario”.
Agustín Bujeda, por su parte, ha expresado su agradecimiento a quienes, durante estos diez años, han hecho posible esta convocatoria; un periodo en el que más de 20.000 personas han podido disfrutar de los conciertos de música sacra que se han organizado en Guadalajara.