Creado en 2016 y dirigido por Pedro Reguero, 32 de sus 65 integrantes interpretaron un repertorio mezcla de religioso y profano que fue del agrado del numeroso público que se acercó al Auditorio de El Pósito a despedir la temporada cultural.
El Coro Amigos de Vitoria cerró anoche, con emotividad, la temporada cultural de conciertos que convoca la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago de Sigüenza (AAISS), con la colaboración del Ayuntamiento de Sigüenza.
La actuación de los vitorianos comenzaba en el Auditorio de El Pósito, a partir de las 20 horas de la tarde, y estuvo precedida por la presentación de Elena Guijarro, presidenta de la Asociación. Como hace siempre en el prólogo de cada actuación, la presidenta ubicó para los espectadores el momento actual del proyecto.
Así, Guijarro informó al numeroso público asistente que, después de haber mostrado el esbozo y el proyecto museístico del Centro de Interpretación del Románico Provincial en el que se pretende convertir el edificio de la Iglesia de Santiago, en la festividad de Santiago del año 2015, la última excavación que se llevada a cabo a finales del año 2016 y comienzos de 2017, preceptiva para continuar con los trabajos, descubrió restos arqueológicos anteriores al siglo XII. “Hemos solicitado subvención del 1,5% Cultural, al Ministerio de Fomento, de la que esperamos obtener los fondos necesarios para concluir la excavación y después el proyecto. Naturalmente, incorporaremos los restos hallados, una vez sean ubicados en la historia de Sigüenza”, dijo. Para lograr esta subvención, es imprescindible contar con fondos propios, “por lo que, hemos hecho todo lo posible para alargar la temporada de 2017, e intensificarla este verano, con el fin de conseguir más dinero para el proyecto”.
Además, la presidenta de la AAISS agradeció al director del coro, Pedro Reguero, y a todos los componentes del grupo su excelente disposición y su implicación con esta ilusión seguntina que es ver renacida la Iglesia de Santiago. “Pese a ser un coro con poco rodaje, cantan con toda la entrega y el cariño del mundo”, alabó. El propio director, tomaba la palabra después para agradecer la invitación a las representantes de la Asociación, Elena Guijarro, Sonsoles Arcones y Pilar Martinez Taboada, destacando “el esfuerzo que la Asociación lleva a cabo para la restauración de la Iglesia de Santiago”. Reguero confesó, además, que “la ciudad me ha prendado, y volveremos siempre que nos lo pidan”.
El Coro Gazteizko Lagunak o Amigos de Vitoria, se formó hace dos años, aunando en él el interés de varias agrupaciones que empezaban en su ciudad de origen, Vitoria-Gasteiz. “Somos 65 personas, y cantamos a tres, cuatro, cinco y hasta seis voces. En este momento, nos estamos proyectando y cogiendo tablas, para cantar en cada vez más escenarios”, explicaba su director.
Para la ocasión, la agrupación vitoriana eligió un repertorio mezcla de religioso y profano. El concierto comenzó con el Benedicat Bovis de G. F. Haendel continuó con Ave María (Moldón Ferreras), Santo (Palazón), Tollite Hostias (Saint Saens), Arutxo Polita (Olaizola), Habanera Salada (Luciano Lago), Boga Boga (Guridi) y terminó con Benedictus (Jenkis). Al final del concierto, el director, Pedro Reguero, hizo subir a las tres representantes de la Asociación, haciéndoles entrega de un detalle, tanto del coro, como de la Diputación Provincial de Alava. “Además de regalar su actuación, han tenido el detalle de traernos un presente, lo que creo que define perfectamente la calidad humana de estas personas”, terminaba la presidenta. A su vez, y como hace con todos los artistas que ceden su talento de manera altruista a la causa, la Asociación les hizo entrega de su correspondiente distinción. Además, el Coro ha tenido la gentileza de cantar de nuevo, en esta bonita mañana de domingo en la Iglesia de Santiago.
