Los textos del Siglo de Oro inspirados en Lope de Vega, Quevedo o los propios pasajes del Quijote fueron el marco escogido para homenajear la fiesta final de la vendimia en la Casa Grande de Torrejón de Ardoz. Un edificio histórico, de gran belleza monumental, hoy convertido en complejo hostelero, que cumplió las funciones de hacienda real y bodega para el colegio imperial de los Austrias a finales del siglo XVI.
Catas cervantinas y visitas teatralizadas
La jornada se desarrolló durante la mañana del pasado domingo con la cata Cervanvino, una degustación especial basada en los vinos que se bebieran en el periodo más creativo del Siglo de Oro. Los actores del grupo Escarramán Teatro dieron voz y vida a los referentes literarios más conocidas en los versos de Quevedo, Lope de Vega, la misma Dulcinea y los fragmentos del Quijote en Cervantes.
Una puesta en escena que supo asociar la genialidad de un periodo fértil en las letras españolas con la tradición de los vinos con Denominación de Origen La Mancha, vinculados históricamente al mercado natural de la Corte madrileña durante siglos.
Uno de los puntos con mayor interés estuvo en las visitas teatralizadas a la bodega de la Casa Grande en Torrejón. Guiados por actores, los visitantes conocieron in situ los entresijos de una vieja bodega castellana, asistiendo en directo a la prensada de uva y la extracción de los primeros mostos con la misma técnica que usaran antaño.
Jotas y gastronomía castellana
El toque musical vino con las jotas y las piezas tradicionales del cancionero popular castellano interpretadas por la Camerata Cervantina, con su nuevo repertorio ‘La Mancha invertebrada’. Durante toda la mañana, además, los asistentes pudieron degustar algunos de los productos más conocidos de la gastronomía manchega como el queso en armonía con los vinos más representativos de la DO La Mancha, como el blanco airén y el tinto de variedad cencibel o tempranillo.
El menú maridado con los vinos con Denominación de Origen La Mancha, diseñado por las cocinas de la Casa Grande terminó por completar la jornada de homenaje y recuerdo a la fiesta final de la vendimia en Torrejón de Ardoz, hace siglos, referencia del viñedo en el centro peninsular.
