Dentro del programa «Vacaciones en Paz», seis niños saharauis han llegado a la localidad de Villacañas (Toledo) y comarca para pasar el verano a través de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui. Ellos, junto con sus familias de acogida, fueron recibidos ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento por Santiago García Aranda, alcalde, y María Nieves García-Rullo, concejala de Servicios Sociales.
El alcalde les dio la bienvenida, les agradeció la cortesía de la visita, y pudo charlar con ellos y sus familias villacañeras y fadriqueñas que los están acogiendo durante este verano, de los que destacó que “practicáis y vivís la solidaridad durante todo el año”. Por supuesto, animó a los niños a disfrutar y participar en las actividades festivas que se están sucediendo con profusión estos días en el municpio.
Beatriz Garrote, en nombre de la asociación y de los niños saharauis, agradeció también el apoyo del Ayuntamiento al programa Vacaciones en Paz. “Ellos saben de dónde viene la ayuda y saben que sin el apoyo del Ayuntamiento y del pueblo, no podrían estar aquí”, remarcó. Uno de los niños saharauis aprovechó también para leer un escrito en el que dio las gracias “por hacer posible que salga de los campamentos”, dejar los 50º y no poder salir a la calle, y disfrutar en Villacañas de “un verano con piscina, playa, Chamberga… y más cosas”.
Recordemos que el Ayuntamiento villacañero, en la última Junta de Gobierno celebrada, aprobó la asignación de ayudas para proyectos de Cooperación, atendiendo a la propuesta elevada por el Consejo Local de Cooperación, del mismo modo que aprobaba otorgar una subvención a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui para el desarrollo de este proyecto “Vacaciones en Paz 2017”.
Son 404 los niños y niñas que han llegado a Castilla-La Mancha. De ellos, 132 niños y niñas de entre ocho y doce años están pasando sus vacaciones en nuestra provincia. Este programa les permite compartir el verano con familias en una experiencia de convivencia enriquecedora y que supone un paréntesis en la dura vida a la que se enfrentan diariamente en los campos del Sáhara.
Con sus familias de acogida y durante estas semanas evitarán las altísimas temperaturas del verano en el Sáhara. Durante su estancia en España, todos ellos son sometidos a revisiones médicas, reciben una alimentación mucho más completa que la que obtienen en su país y, consecuentemente, su organismo se ve reforzado de cara al resto del año.