Entrevista al director conquense Arturo Mombiedro, que Mañana sábado presenta en el Teatro Auditorio de Cuenca en un acto gratuito y abierto a todo el público su último cortometraje titulado ‘El Contrato’, ganador del concurso ‘+Patrimonio’ del XX Aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio
Desde que en el año 2016 naciera la Asociación Mombi Entretiéneme, ya han sido hasta once los proyectos cinematográficos que Arturo Mombiedro ha lanzado al mundo. Director de cine y estudiante de Farmacia, en cada creación audiovisual no falta Cuenca, siendo ‘El Contrato’ el último cortometraje que ha salido de sus manos. Se presentará oficialmente el próximo sábado 20 de mayo en un acto gratuito y abierto a todo el público en el Teatro Auditorio de Cuenca a partir de las 20 horas, y en la edición de los premios ‘+Patrimonio’, que se pusieron en marcha en el marco del XX Aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, resultó ser uno de los proyectos galardonados.
Mañana sábado, 20 de mayo, ocho de la tarde presenta en el Teatro Auditorio de Cuenca ‘El Contrato’, un cortometraje ganador del concurso ‘+Patrimonio’ del XX Aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio. ¿Cómo ha sido el proceso desde que recibieron el galardón hasta hoy en día?
El premio me lo dieron el día de antes de empezar el rodaje. De hecho, pensábamos que íbamos a hacer el rodaje con poquísimo dinero, sin saber de dónde lo íbamos a sacar, todo con préstamos y después ya veríamos cómo nos las ingeniaríamos. Me llamaron, que estábamos los quintos en lista de espera, y fue un aliciente increíble porque suponía que podíamos tomarnos mucho más en serio el proyecto que estábamos llevando a cabo y que iba a poder tener más trascendencia. Porque uno de los principales intereses que teníamos era querer gastarnos dinero en una distribuidora porque tenía claro que iba a quedar muy bien, y costó muchísimo.
Entonces, uno de los principales intereses que teníamos era ganar dinero en distribución, porque yo tenía claro que la película iba a ser muy buena y fue muy difícil, pero éramos en torno a 20 personas solo de equipo técnico. Eso incurría en que la calidad y la profesionalidad de la película iba a ser muy suplida, en el sentido de que muchas cosas que podían quedar libres o sin atar, como en muchas películas anteriores, ahora ya había una persona específicamente encargándose de que eso no quedase mal. Y el resultado es muy bueno y habrá que verlo el 20 de mayo, pero estoy seguro que no defraudará.
Entonces, el premio +Patrimonio ha supuesto para ustedes algo muy importante, ¿no?
Sí, si no todo hubiera sido más difícil. El premio ‘+Patrimonio’ es un aliciente a la cultura en Cuenca. Está muy bien y debería de haber más. Yo entiendo que es muy comprometido por parte de las instituciones, pero no solo el premio ‘+Patrimonio’ ha dado premios a distintas categorías y a diferentes disciplinas artísticas y culturales, sino que además ha promovido la cultura en Cuenca. Y eso está muy bien, sin importar del color político que sea, hay que promover la cultura, y aquí tenemos un patrimonio muy bueno que hay que explotar y la gente tiene que verlo, y uno de los principales intereses que tengo yo de la película es que la gente vea lo que hemos sacado de Cuenca. Aunque he sacado poquito, porque ‘El Contrato’ transcurre en un pueblecito, salen muchos recovecos de la capital que pueden asemejarse a un pueblo como es la Plaza de Ronda, porque ese espacio, si lo explotas bien, tiene mucho potencial.
¿Qué narra ‘El Contrato’?
El Contrato es una historia que deriva del relato de José Manuel Cenzano titulado ‘El Candidato’. Y nosotros lo modificamos hasta la náusea creando una cosa súper bizarra. Todo empieza con Lorenzo, que es un alfarero que se ha presentado a las elecciones y no ha ganado, porque el pueblo no perdona que su padre, hace muchísimos años, se fuese de la localidad cuando era primer edil llevándose todo el dinero. En cambio, en vez de ganar Lorenzo, ha ganado Serafín, el viejo que lleva toda la vida siendo alcalde.
Entonces es como una especie de lucha de titanes. Realmente el pueblo no quiere que Lorenzo sea alcalde, pero la historia cambia y vira hacia el misterio al puro estilo hermanos Coen y Hitchcock cuando Lorenzo conoce a Prudencio, un señor de ciudad, y la historia cambia hacia el misterio y empieza a haber asesinatos y unas cuestiones que no se espera nadie. Y no puedo desvelar mucho más porque merece ser vista.
¿Esta obra está totalmente grabada en Cuenca?
Hay escenas que se han grabado en el Casco Antiguo, también en una casa que nos prestaron en el Pinar de Jábaga, que originalmente iba a ser en la Parte Alta pero no todo sale como uno quiere. También grabamos en los alrededores de Villalba de la Sierra que como está el río Júcar, encontramos un sitio en Google Maps al que conseguimos acceder y cuando llegué y lo vi, creí que ese tipo de bosque era perfecto. También en la alfarería de Rubén y Adrián Navarro, porque el protagonista es alfarero, que además nos trataron genial.
¿Qué ofrece Cuenca al mundo cinematográfico?
Cuenca brinda muchas posibilidades que las ciudades grandes no ofrecen. Ofrece cercanía, no solo de los sitios sino también de las instituciones y de las personas, ofrece muchas cosas válidas para todo lo que quieras hacer realmente, porque a media hora tienes unos exteriores que te pueden hacer de Cañón del Colorado perfectamente, porque yo he traído aquí a amigos que me han dicho ‘jóder, cómo se parece la zona de Uña al Cañón del Colorado’. Si eres inteligente y sabes verlas, yo creo que Cuenca ofrece muchas facilidades.
En este audiovisual ha querido resaltar una de las tradiciones conquenses, la alfarería…
Sí. La película tiene muchos simbolismos y entre ellos se le da mucha importancia, por lo menos en el guion original, luego en la película no ha quedado tan plasmado por cuestiones técnicas, a esos símbolos como son la comida de caza, el morteruelo, las aceitunas en los platos de barro, el barro como una cosa, que yo recuerde, de toda la vida tanto de los objetos como de las decoraciones que tenemos en nuestras casas… Entonces, el audiovisual está lleno de guiños de ese aspecto, intentando resaltar ese patrimonio de Cuenca como el barro y la naturaleza, porque Cuenca es naturaleza, porque a diez minutos del Centro Urbano tienes el Cerro Socorro haciendo una breve ruta.
Entonces esa similitud que hago con el pueblo en el que transcurre ‘El Contrato’, que es una localidad anónima pero que tiene esas cosas bonitas que tiene Cuenca como ser pequeño, estar todo cerca, que todo el mundo se conozca, el buen rollo… A mí me gusta mucho. Intentar explotar, intentar hacer una similitud entre lo que es Cuenca y lo que puede ser, una extrapolación de una hipotética Cuenca.
Me comentaba que gracias al concurso ‘+Patrimonio’ podrán contar con una distribuidora. ¿A qué puntos quieran llegar con ‘El Contrato’?
Aún no hemos localizado la distribuidora, porque realmente tengo que ultimar unos pequeños detalles de la película como algún ajuste de títulos y de música, esos pequeños retoques que no te quedas a gusto nunca. Pero mi intención, y la que tenemos en Mombi Entretiéneme con esta película, no es ganar nada, porque no se puede tener la intención de ganar. La ambición sí, pero no la intención. No tenemos intención de ganar, sino que se nos conozca y que se vea lo que hemos hecho y que es el undécimo cortometraje que hacemos, y ‘El Contrato’ demuestra una historia anterior, un bagaje que hemos tenido.
Entonces la intención que tenemos es estar en todos los concursos en los que nos quieran. La ambición, ganar todos los que se nos pongan por delante, pero no vamos a tener la desilusión de no ganarlo porque realmente esta película la hemos hecho para nosotros y para que la gente la disfrute. Luego el resto, si viene bien y sino no pasa nada.
¿Cuál es la duración de ‘El Contrato’?
Exactamente 18 minutos y 18 segundos, justos.
¿Cuántas personas forman el equipo, entre técnicos y actores?
En torno a treinta personas: ocho actores y detrás de ellas unas 22 personas entre el equipo técnico y aquellas personas que luego no se cuentan como mis padres o amigos, cuando nos llevan a las diferentes localizaciones para grabar, nos dan el dinero de antemano… Todas esas cosas.
Como comentaba, este es el undécimo cortometraje de la asociación Mombi Entretiéneme, ¿Qué crítica han cosechado sus anteriores trabajos?
De todo. Realmente en mis primeros trabajos el nivel de profesionalidad y experiencia que teníamos era bastante inferior, pero normalmente no es que no gustasen, pero no lo entendían. Hasta la película ‘Algarabía’, que dura 40 minutos y narra la historia de un pueblo de Cuenca en el que tocaba la lotería en un puticlub y un escritor iba en busca de una historia. Todo era muy normal, pero los actores llevaban máscaras venecianas. Se llamaba ‘Algarabía’ porque era un auténtico esperpento, y esa película fue, junto con ‘Todo por María’, las dos primeras que yo recuerde que la gente me dijera que les gustaban mucho porque la habían entendido, porque tiene un trasfondo, que no es metafísico, pero yo creo que a partir de ahora en las películas, por la mera naturaleza que están tomando, por la madurez que ya tenemos todos y vamos adquiriendo a la hora de escribir, se van a entender. Y si hay una película orgánica, real y humanista esa es ‘El Contrato’, que se entiende perfectamente. Por inverosímil que pueda parecer cuando llegues al minuto 18, es verosímil. Es inverosímil, pero es real.
¿Cómo cree que va a reaccionar el espectador ante ‘El Contrato’?
Yo creo, y por creo más bien espero, que la gente se sorprenda de la calidad técnica que tiene, de la calidad interpretativa de los actores, porque están excelentes. Rafa Núñez está brutal, al igual que Iñaki Ruiz y Pilar Romero. Y es porque el guion es bueno y porque hay un equipo muy consolidado. Espero que la gente salga contenta, sorprendida y que se den cuenta de la ambición a la que aspiramos y a lo que podemos llegar. Sobre todo espero que se den cuenta de a lo que podemos llegar y por qué necesitamos tanto el apoyo de la gente.
¿Han sido muchos meses de trabajo? ¿Tienen ganas de que vea ya la luz?
Sí, la gente está ya que quiere ver la chicha. La empezamos a escribir en agosto de 2015, lo grabamos en agosto de 2016 y lo presentamos en mayo de 2017.
Tres años…
Sí, tres años. Es muchísimo tiempo y eso se nota realmente. Cuando tú haces una cosa con calma y dedicación, se ve.
¿Este es el trabajo al que más tiempo ha dedicado?
Sin duda. Yo creo que no he estado tanto tiempo editando una película, y mira que he estado horas. Pero esta, de acabarla y decir que no me gusta y volver a hacer el montaje de cero, eso no me había pasado nunca. Y que encima me guste más lo segundo que hecho que lo primero, tampoco. Cuando rehago una cosa, suele gustarme más la primera versión que la segunda. Esta, sin lugar a dudas, ha sido la película de las excepciones.
En la presentación de este sábado 20 de mayo en el Teatro Auditorio, ¿qué se encontrarán los asistentes?
Pues el 20 de mayo nos vamos a encontrar con una experiencia a los sentidos, donde no solo vamos a ver una película, sino que la vamos a sentir, porque vamos a ver los colores, vamos a oler La Mancha, vamos a escuchar los pájaros… Porque no solo vamos a ver una película, vamos a disfrutar antes de entrar en la película y la sala porque va a haber un apartado para todos. Del mismo modo se va a vender merchandising, se va a poder estar con el equipo técnico y con los actores para poder estar juntos y todo va a tener una atmósfera especial. Nosotros normalmente presentamos en bares, y el Auditorio presenta esa oportunidad de la multisensorialidad, en el sentido de que tienes muchos más medios técnicos y puedes utilizar los colores para llegar, las sensaciones, etc. Un poco de sinestesia, disfrutar el cine, no solo ir a ver una película, que es una de las cosas que yo creo que les falta al cine y ojalá pueda investigar de aquí a unos años.
También estará el cortometraje en DVD para que la gente pueda comprarlo, también la banda sonora compuesta por el músico conquense Sergio Bascuñana, tres copias del guion por si algún interesado quiere adquirirlo, rifas para regalar merchandising, etcétera.
Para concluir, ¿qué ha supuesto para usted este XX Aniversario de la declaración de Cuenca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad?
Mogollón de actividades, que es lo que le hace falta a Cuenca. Cuando te dicen que estás embarazadas, parece que ves más embarazadas. Ahora que me han dado el premio, me parece que se hacen muchísimas cosas de cultura, no sé si se hacían antes, pero desde luego ha venido gente muy guay y muy top, y es una cosa que hay que agradecer y que hay que incentivar. Este tiempo atrás estuvo en la capital el pianista Eduardo Fernández y fue espectacular lo que hicieron, y muchas veces me da rabia no vivir siempre aquí para poder venir a las cosas que se hacen.
El Año C
Cuenca sigue festejando que, en 1996, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) inscribió como Patrimonio del Mundo su ciudad histórica amurallada, las Hoces de los ríos Júcar y Huécar que la circundan y los arrabales de San Antón, Tiradores y El Castillo. La efeméride se está celebrando con un amplio y exclusivo programa de actividades musicales, literarias, artísticas, naturales y deportivas. La conmemoración coincide además con otros importantes aniversarios para la ciudad como el medio siglo de la apertura del Museo de Arte Abstracto Español de las Casas Colgadas, el IV Centenario de su procesión Camino del Calvario y los 30 años del nacimiento de su Facultad de Bellas Artes, entre otros. Una suma de acontecimientos que convirtieron 2016, y su prolongación en 2017, en un año muy especial para la urbe conquense. En el Año de Cuenca, “el Año C”, según se ha bautizado.
XX Aniversario de la Declaración como Ciudad Patrimonio
El XX Aniversario de la Declaración de Cuenca como Patrimonio de la Humanidad es un acontecimiento reconocido como de excepcional interés público. Está financiado institucionalmente por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca, el Gobierno de España (Ministerios de Cultura y de Hacienda), la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Cuenca, la Diputación Provincial de Cuenca y la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca. Ésta última es la encomendada para gestionar el programa de actos. Tiene como patrocinador principal a Globalcaja y como patrocinadores a Urbaser, Construcciones Sarrión, Alcampo y Valcan. Las empresas Gráficas Cuenca, Cooperativa Farmacéutica Conquense, Netvoluciona y Solán de Cabras son colaboradoras del proyecto.
