Unanimidad entre los integrantes de la mesa de debate sobre el sistema de pensiones organizada por el Colegio de Economistas de Albacete
El Colegio de Economistas de Albacete inauguraba esta tarde las III Jornadas Profesionales de Economía, que se han desarrollado en el salón de actos de la Fábrica de Harinas, y que forman parte de los actos del 25 Aniversario del Colegio, según ha explicado Paloma Fernández, decana del Colegio, encargada de la inauguración, junto a Javier Rosell, director general de Empresas, Competitividad e Internacionalización de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
La decana ha aprovechado para agradecer a todos los colaboradores, como Globalcaja y La Tribuna, y participantes, su implicación con el Colegio de Economistas. Por su parte Rosell ha ofrecido la colaboración de la Junta para todos aquellos proyectos que signifiquen la mejora de la calidad de vida de los castellano-manchegos, y se ha referido a varios proyectos que el gobierno regional tiene en marcha en apoyo de los empresarios y el empleo.
Tras la inauguración dio comienzo la mesa redonda que con el tema “El sistema de pensiones en España”, ha contado con la participación de: Pablo Hernández de Cos, Economista y Director General de Economía y Estadística del Banco de España; José Ignacio Conde Ruiz, Economista, Subdirector de FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) y Profesor de la Universidad Complutense de Madrid; y Roberto Pereira Costa, Presidente del Registro de Economistas Asesores Laborales del Consejo General de Economistas. Actuó de moderador, Javier Martínez, director del diario La Tribuna de Albacete.
Los ponentes han estado de acuerdo en muchas cuestiones, tales como que el actual sistema de pensiones “no está en quiebra”, aunque sería necesaria una reforma urgente.
Asimismo, ha sido opinión unánime la necesidad de que los políticos se pongan de acuerdo en la reforma a llevar a cabo, así como en que está “no puede ser cortoplacista”, es decir, que tiene que ser una reforma pensada a largo plazo.
Una de las razones que nos ha llevado a la situación actual, han comentado, es el importante incremento en la esperanza de vida de los españoles “lo que sin duda es una excelente noticia”, comentaba Roberto Pereira, y con lo que estaban de acuerdo el resto de ponentes. Como también lo es, apuntaban, el importante incremento del desempleo desde el 2007, aunque, como decía José Ignacio Conde, y apoyaban sus compañeros “ni aunque estuviéramos en una situación de casi pleno empleo, cercana al 80%, la situación del sistema de pensiones se solucionaría plenamente”.
Opinión generalizada por parte de los ponentes, y a la vista de los estudios realizados a largo plazo, es que las pensiones del futuro “serán de menor cuantía”, y necesitarán “sí ó sí”, de otro tipo de complemento económico procedente del ahorro de los trabajadores.
“La sostenibilidad del sistema de pensiones no es negociable”, decía Pablo Hernández, quien apuntó que la solución pasaría “irremediablemente”, o por aumentar las cotizaciones de los trabajadores o reducir la tasa de sustitución (la cuantía de las pensiones), o una combinación de ambas.
Por su parte Conde pedía “claridad y acuerdo” a los políticos, así como una modificación del sistema actual donde al trabajador se le computase las cotizaciones de toda su vida laboral, y cobrarse en función de la misma. Mientras Pereira abogaba por una rebaja en las cotizaciones empresariales lo que supondría una salida al sistema de la economía sumergida estimada actualmente entre un 20 y 30%, de la actividad empresarial española.