El conjunto canario armonizado por el violinista esloveno Iztok Vodisek y la alavesa Arantza Aguirre al acordeón, interpretaron varias piezas con influencia vienesa de compositores de la época de entreguerras, todos ellos judíos, y algunas de ellas compuestas en campos de concentración nazis
La vigésimo tercera edición del Festival Internacional de Música “La Mancha”, que se realiza en Quintanar de la Orden (Toledo) del 2 al 17 de julio, rindió anoche tributo a la música europea contemporánea, en otro concierto memorable que tuvo lugar en el Auditorio del Centro Cívico “Príncipe de Asturias” a cargo del Dúo Vodisek.
Piezas musicales de compositores poco conocidos por su nombre, fueron interpretadas de forma magistral por la conjunción original del violín del esloveno Iztok Vodisek y del acordeón de la alavesa Arantza Aguirre, ambos afincados en Las Palmas de Gran Canaria y componentes de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Entre el numeroso público asistente, Manuel Millán, director técnico del Festival; Nuria Herrero, segunda teniente de alcalde y concejala de Administración General e Igualdad, y Piedad Heras, concejala de Sanidad, Bienestar Social y Festejos.
A escena, composiciones musicales judíos con piezas de influencia vienesa de la época de entreguerras como Kurt Weill, cuyas obras estaban inspiradas en las poesías de Bertolt Brecht, y que pusieron el ambiente a muchas películas del cine mudo de la época, y otros como Erwin Schulhoff y Ernest Bloch, pasando por la ópera de Hans Krása, realizada en un campo de concentración nazi sobre 1942 para ser interpretada por niños. El concierto terminó con tres alegres danzas vienesas sobre el amor de Fritz Kreisler.
Piezas musicales todas ellas de muy bella estampa, cuyos sonidos evocan sensaciones y sentimientos que transportan al espectador a los felices años 20, con una música muy expresiva que bien puede melodiar un amanecer, un atardecer o una noche de verano, y que fueron realizadas en aquellos convulsos años, aunque pese a ello no denotan lo que la gente pudo sufrir en esas décadas de crisis a todos los niveles, y mucho más proviniendo de autores que padecieron en carnes propias los rigores de la II Guerra Mundial y que algunos de ellos ni siquiera pudieron sobrevivir para contarlo.
Tiempos antiguos sobre música muy expresiva
Arantza Aguirre aseguró que, “aunque no es usual traer a este tipo de conciertos un instrumento más propio de la música popular como el acordeón, sÍ perseguimos rendir un homenaje a la música contemporánea en general y a estos músicos compositores en particular, con estos dos instrumentos que se armonizan perfectamente sobre el escenario.”
Para el esloveno Iztok Vodisek “las tres primeras obras recuerdan claramente a los tiempos antiguos, y han puesto música y sonido al cine mudo, pero realmente lo que hemos pretendido ha sido coger estas piezas antiguas y trasportarlas a nuestro tiempo con un instrumento muy práctico como es el acordeón que le da a nuestra música un armonía moderna y con mucho brillo.”
“Hemos dividido, aseguraban ambos, una primera parte del concierto con música más propia de cabaret, para terminar abrir con Shulhoff y Bloch algo más espiritual, pero que retrata muy bien la intención de estos músicos de esa época de evadirse de los tremendos problemas que podemos imaginar que tenían la gente con una guerra de consecuencias tan terribles como los campos de concentración nazis.”
Para Vodisek, “con este programa queríamos conjugar música muy original y poco interpretada a caballo entre lo filosófico y lo espiritual, entre lo místico y los intrascendente, sentir y sentimiento, todo junto que, sobre todo, persigue la evasión de quien lo escucha, y por eso evoca tantas sensaciones al oirla.”
Según narraba Arantza Aguirre al finalizar el concierto, “este programa está dedicado a todos esos compositores judíos que dejaron su huella artística, pese a no poder sobrevivir tras la barbarie nazi, y fue realizado para un concierto que tuvo lugar a propósito de una exposición que hubo en Las Palmas de Gran Canaria sobre Ana Frank y que perseguía retratar la realidad de aquellos años.”
“Son compositores, aseguraba Aguirre, con matices y caracteres muy diferentes y su música, aunque realizada bajo la extorsión, la amenaza de muerte y la persecución, evoca sensaciones muy alegres, porque tiene la influencia de la música vienesa”.
“Me ha gustado mucho la idea de poder venir aquí con este programa, afirmaba Vodkisek, porque somos conscientes de que Toledo, su provincia, La Mancha, también estuvo repleta de la cultura hebrea que aún hoy pervive en diversos municipios y lugares, aunque sólo sea de forma testimonial, pero que es inherente a las raíces culturales de esta tierra.”
Ambos se encontraban satisfechos de su paso por el Festival Internacional de Música La Mancha “con un público muy atento, cercano y respetuoso, que escuchaba con mucho silencio y que al finalizar, muchos de ellos se acercaron a expresarnos lo que les había parecido, algo que nos llevamos de vuelta a nuestra tierra.”
Esta noche, cuatro estrenos absolutos con “FAMA Q”
Y hoy domingo 10 de julio el Festival vuelve a la Ermita Ntra. Sra. de la Piedad a las ocho de la tarde para acoger el estreno absoluto de las cuatro obras que están en el programa, dos de los compositores checos venidos directamente desde Praga, Petr Bakla y Jakub Rataj, que estarán presentes en el concierto y, que las pondrán en escena el Cuarteto Fama Q, procedente de la República Checa. Y otras dos piezas españolas que también serán estrenos absolutos y que han sido compuestas por la directora artística y el director técnico de este evento, Consuelo Díez y Manuel Millán de las Heras respectivamente.