En una semana en la que se celebran las Jornadas de Cooperación en la localidad, destaca este proyecto en el que la empresa GFM trabaja desde hace meses, en colaboración con la ONG Rescate y la Universidad Carlos III
Villacañas (Toledo) celebra estos días sus 18º Jornadas de Solidaridad y Cooperación, en las que se habla y reflexiona sobre la eliminación de la pobreza y el hambre en el mundo. Además, el Ayuntamiento ha recibido ya ocho propuestas a la convocatoria de ayudas para proyectos de cooperación, a través de la cual el consistorio invierte el 0’7%.
Pero además de estas acciones, una empresa villacañera, GFM, está trabajando durante el último año en un ambicioso proyecto de cooperación, en colaboración con la ONG Rescate y la Universidad Carlos III. Se trata de un sistema de generación solar fotovoltaica con el que se pretende mejorar las condiciones de vida de Hara, una población agropastoral etíope.
Santiago García Aranda, alcalde, de Villacañas ha visitado la empresa para conocer este proyecto, que ha calificado como un “ejemplo inmejorable” de responsabilidad social corporativa por parte de la compañía, que ha puesto a disposición del proyecto toda su capacidad y experiencia, con el objetivo de ayudar a una población de la zona más seca de Etiopía, donde el combustible es demasiado caro. “Para Villacañas es muy importante contar con empresas punteras en sectores como el de las energías renovables, que debe ser fundamental en las próximas décadas”, ha explicado el alcalde, a la vez que coloca a GFM como un referente de la diversificación de la economía local en la que se está trabajando con intensidad en el municipio.
Ha remarcado el alcalde que, en una semana en la que se están desarrollando en el municipio las Jornadas de Solidaridad y Cooperación, “me parecía especialmente destacable la labor de cooperación que también se hace desde el sector privado, en el que hay empresas que practican de modo ejemplar la responsabilidad social corporativa”, como es el caso de GFM con este proyecto.
El director general de GFM, Javier Bustos, ha explicado a Santiago García Aranda que la empresa ha construido un sistema fotovoltaico con el que distribuir agua para beber y regar en la aldea, así como aprovechar la energía generada para dar luz a una escuela y un centro de salud, conllevando todo el sistema un mantenimiento mínimo.
El sistema está prácticamente preparado para ser enviado por vía marítima a Etiopía en las próximas fechas. El siguiente paso será formar a la comunidad local y a las autoridades sobre su uso y mantenimiento en el tiempo. Un mantenimiento que es mínimo, ya que se ha trabajado hasta el último detalle para que sea un sistema fácilmente manejable. Se trata además de un contenedor móvil para que, en el momento en el que el caudal del pozo del que se saca el agua se seque, pueda desplazarse a otro distinto. Su vida útil está cifrada en unos 25 años.