En junio saldrán los primeros arquitectos titulados desde la apertura de la Escuela
La consejera anima a los futuros arquitectos a diseñar viviendas y ciudades desde una perspectiva más humana dejando a un lado la faceta de negocio de la Arquitectura
Elena de la Cruz, consejera de Fomento del Gobierno regional, ha compartido hoy con Fátima Guadamillas, vicerrectora de Relaciones Internacionales y Formación Permanente de la Universidad de Castilla-La Mancha, , y Juan Mera, director de la Escuela de Arquitectura de Toledo, la inauguración del nuevo curso de la Escuela.
El acto se ha celebrado junto a la nave Espoletas del Campus Tecnológico de la Fábrica de Armas de la capital regional con la asistencia de alrededor de un centenar de alumnos. En 2016 se licenciará la primera promoción de futuros arquitectos de la Escuela de Arquitectura.
En su intervención, Elena de la Cruz, ha destacado la necesidad de completar un cambio de concepto en “una profesión bellísima que puede parecer hoy denostada por la crisis y la falta de oportunidades laborales”.
La consejera se ha referido a los arquitectos como “diseñadores de hogares y de espacios públicos para mejorar la vida de la gente, la habitabilidad de los pueblos y ciudades como lugares de desarrollo de las personas”, subrayando que esa es “la misión” de los profesionales de la arquitectura, la cual ha desligado del mero negocio urbanístico.
A su juicio, debe desarrollarse una nueva arquitectura orientada a “solucionar los problemas del ciudadano desde un concepto global, que comienza con el diseño del territorio, con la implantación de la ciudad o la población en él, con su interrelación entre los diferentes núcleos de población, estableciendo conexiones supramunicipales que determinan cómo se relacionan las ciudades entre sí, sus polos de atracción, su interdependencia”. También ha abogado por hacer los núcleos de población sostenibles en cuanto a energía, consumo de agua y uso racional de los servicios públicos de manera que esa nueva arquitectura ayude en el objetivo en lugar de perjudicarlo.
“El urbanismo ha cambiado radicalmente en los últimos años, hoy en día se ha priorizado racionalizar los usos, rematar la ciudad y crear espacios de relación frente a los grandes crecimientos”, ha afirmado, recalcando que la ciudad debe buscar un equilibrio entre la construcción y las zonas verdes que fomente la interrelación ciudadana con el entorno.
En relación a la vivienda, Elena de la Cruz ha animado a los futuros arquitectos a romper paradigmas sometidos al negocio inmobiliario. “La vivienda no es un negocio en sí, no es un artículo de intercambio para especular y enriquecerse en cada cambio de manos. Ese modelo, es la semilla de este mal momento y el germen que ha dado lugar a que nuestra profesión esté tan devaluada para algunas personas”, ha afirmado, insistiendo en que “tenemos que cambiar, girar el prisma y volver a mirar” para “convencernos de que la vivienda es un espacio para vivir, no para sufrir el sobredimensionamiento, el sobrecoste, la constante preocupación y en casos extremos la pérdida o el desahucio, el regreso a la casilla de salida”.
La consejera ha señalado que el reto de la nueva arquitectura es “diseñar para las personas” y “crear ciudades con una dimensión más humana. Desde la primera línea que dibujéis en el papel hasta la última estarán influyendo en la vida de sus habitantes”.
