La visita a la torre campanario de la Iglesia Parroquial fue una de las actividades más demandadas
Cientos de personas de todas las edades han disfrutado de la belleza y el atractivo del patrimonio arquitectónico de Corral de Almaguer, gracias a las IV Jornadas ‘Corral es Arquitectura’, que se han celebrado en el municipio organizadas por el estudio SFC Arquitectura y patrocinadas por el Ayuntamiento corraleño.
El balance ha sido tan positivo que, de forma excepcional, el evento tendrá continuidad el próximo sábado 12 de septiembre, para que las más de 100 personas que quedaron en lista de espera para visitar la torre campanario de la Iglesia Parroquial y puedan acceder a dicho edificio.
En la inauguración de las jornadas, Juliana Fernández de la Cueva, alcaldesa de corral de Almaguer, resaltó la importancia de estas jornadas que pretenden “poner en valor el rico patrimonio arquitectónico que existe en nuestro pueblo, además de concienciar a la gente sobre la importancia de mantenerlo y conservarlo”. Del mismo modo, recordó que Corral de Almaguer “tiene numerosos edificios emblemáticos, algunos de los cuales se han convertido en estandartes de nuestro pueblo, como la Iglesia Parroquial, declarada Bien de Interés Cultural (B.I.C.) en la categoría de Monumento” pero también “esconde otros muchos ‘tesoros’ arquitectónicos, desconocidos para la mayoría de corraleños, que coincidiendo con estas Jornadas abren sus puertas para que puedan ser visitados y admirados por todos”.
Fernández de la Cueva, que dio las gracias a SFC Arquitectura por organizar esta iniciativa, destacó que todos estos edificios “hablan de nuestra historia, de nuestro pasado” y recalcó que “nuestra patrimonio arquitectónico constituye una parte importante de nuestro atractivo turístico y, por tanto, puede contribuir a generar riqueza y empleo en nuestro municipio”.
Por su parte, el director técnico de SFC Arquitectura, Luis Solano, recordó que “después de Italia, España es el país de Europa que más patrimonio histórico-artístico atesora” y resaltó que “no todos los edificios merecen ser denominados ‘obras maestras’ y ser conservados, pero muchos sí merecen un respeto por ser representativos de un determinado momento histórico o de una corriente estilística que nunca más volverá”. En este sentido, apuntó que “la arquitectura está para construir y no para destruir” y que “actualmente, es momento de arreglar cosas, de actuar sobre lo hecho y de hacerlo en positivo”. Solano incidió en que estas jornadas están orientadas a “hacer entender el potencial de nuestro patrimonio más cercano, su valor como motivo de orgullo y seña de identidad, y sus posibilidades como recurso de futuro”.
Una de las actividades más esperadas fue la visita a la torre campanario de la Iglesia Parroquial ‘Nuestra Señora de la Asunción’. Un centenar de personas, distribuidas en grupos de diez integrantes puesto que las condiciones de la torre no permitía mayor afluencia de público, subieron los 110 peldaños de esta imponente edificación de reducidas dimensiones para comprobar el estado en el que se encuentra.
La noche previa, numeroso público asistió a la presentación del proyecto de restauración de la torre de la Iglesia. El encargado de realizar el estudio histórico-artístico, Rufino Rojo, explicó el devenir histórico de este espacio, mientras que Luis Solano explicó las características de la construcción, analizó su estado de conservación y planteó las propuestas de intervención. No obstante, “la ejecución del proyecto de restauración no comenzará de forma inminente y la presentación fue una manera de crear conciencia sobre el estado en el que se encuentra la torre”, explica Solano, quien recordó que, con el fin de recaudar fondos para las obras, se ha editado un calendario con imágenes de los patios interiores de las casas solariegas existentes en la localidad.
Las Jornadas también incluyeron la visita a dos casas solariegas: la Casa ‘Frías’ y la Casa ‘Torres’. Cerca de 150 personas, distribuidas en grupos, visitaron estas dos viviendas típicas del siglo XVI y XVII cuya distribución gira en torno a un patio central que sirve como distribuidor de todas las estancias perimetrales, al que se accede desde la calle a través de un zaguán.
Por su parte, una treintena de niños y niñas participaron en el Taller Infantil de Arquitectura, en el que montaron un puzle que reproducía la fachada de la Casa Consistorial y trabajaron la maqueta en 3D de la torre de la Iglesia.
