Medio centenar de palistas, que se han iniciado en el remo de la mano del club, han bajado en el II Descenso local del río Tajo, en el marco del Julio Cultural
El Club de Piraguismo ha convocado y daba la salida ayer al II Descenso Local del Tajo. El Club ha llenado todas las piraguas y canoas disponibles de aficionados trillanos, que en su gran mayoría han aprendido a practicar este bonito deporte en las hermosas aguas de color verde esmeralda del río de la mano del colectivo ribereño.
Medio centenar de palistas los que han tomado la salida desde la presa de Azañón hasta la misma sede del club, doscientos metros aguas abajo del puente sobre el río Tajo, donde el propio Club tiene su sede.
En un ambiente cordial, los piragüistas se hacían al agua a las 12:00 horas de la mañana, para hacer los nueve kilómetros que distaban de la salida hasta el punto final. Aunque el caudal del río era algo menor que otros años, el Tajo es en cualquier estación, un paraíso natural para la práctica del deporte. Después de cruzar por la zona de avituallamiento, situado en el paraje llamado El Empalme, los remeros llegaban a Trillo a las 14:00 horas de la tarde.
Al filo de las 15 horas, los palistas celebraron su comida de fraternidad en la Piscina Municipal de El Robledal. Allí José Antonio Pérez Visa, miembro activo siempre activo del Club, recientemente fallecido, recibió un sentido homenaje por parte de sus compañeros del Club. Basilio Pérez, uno de los miembros de la junta directiva y amigo personal, le entregó a su viuda, Elena Ibáñez, una placa distintiva, “por ser buen amigo y un colaborador excepcional, y por sus horas de servicio al club”. Acompañando a los piragüistas trillanos en su día grande y también en el homenaje al socio fallecido estuvieron las concejalas de Cultura, Beatriz Muñoz, y la alcaldesa de Trillo, Lorena Alvarez.
