CON EL FIN DE LA CUARESMA.
Con el manteo del pelele los cristianos celebran el fin de la cuaresma y los ateos la llegada de la primavera y la fertilidad de la tierra
Este domingo, Argamasilla de Alba ha vuelto a sus raíces folclóricas con la octava edición de la Fiesta del Manteo del Pelele, una de las representaciones más populares y de mayor tradición en la localidad.
Organizado por la Agrupación de Coros y Danzas “Mancha Verde” y la colaboración del Ayuntamiento, la fiesta se ha celebrado en La Glorieta, frente al Ayuntamiento, donde cientos de vecinos y visitantes se han concentrado para ver y mantear a la representación de Judas, el pelele.
La tradición argamasillera del pelele se expone en ventanas y balcones durante varios días, hasta el domingo de resurrección que es manteado hasta a que el relleno, de paja o trapos viejos, empiezan a aflorar; antiguamente éstos acababan en una hoguera.
En el propósito del grupo folclórico Mancha Verde es recuperar las tradiciones de la localidad, con la colaboración de los vecinos de mayor edad, desde hace unos años se están recogiendo viejos pasos de baile y cantares, entre los que se encuentran los del pelele. Para dar mayor empaque a esta fiesta y acompañar las tradicionales coplillas que se cantan durante el manteo, recapitularon antiguos bailes de la localidad con los que hace unos años crearon la Jota del Pelele.
En el fomento de la cultura y las tradiciones locales, Mancha Verde está implicando en sus actividades a todos los vecinos. Así en esta ocasión también han participado los jóvenes de la escuela de folclore, y tras recitar el alcalde, Pedro Ángel Jiménez, una de las simpáticas coplillas, mantearon al pelele y bailaron el fandango, la Jota de la Cruzadilla, Seguidillas Manchegas, cerrando con la Jota del Pelele.
El simbólico carácter de la fiesta, es muy diverso, desde sus orígenes paganos, como representación de júbilo por la llegada de la primavera y la fertilidad de la tierra, hasta la burla del pueblo hacia alguien impopular o la adaptación al cristianismo en el que un muñeco antropomorfo relleno de paja representa a Judas.
Hoy aunque conservando su trasfondo cristiano en el que se celebra el fin de la cuaresma el domingo de resurrección, la fiesta está adquiere un tono festivo más popular que religioso, y así al ritmo de letras picaronas: “Cuando el pelele estaba de cantinero en Segovia en la bragueta llevaba los retratos de la novia (…) El pelele está enfermo, ¿qué le daremos?, agua de caracoles, que cría cuernos”; los manteadores celebran el fin de las restricciones religiosas y climatológicas del frío invierno.