La Catedral de Albacete ha sido el escenario de la misa funeral en sufragio por el eterno descanso de los fallecidos y en petición por la pronta recuperación de los heridos que dejó el accidente del avión F16 griego el pasado lunes 26 de enero en la Base Aérea de los Llanos.
Una misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Albacete, Ciriaco Benavente, junto al vicario y el arzobispo castrense, y a la que han acudido autoridades militares, como los altos mandos de la Base de los Llanos, de la Maestranza Aérea, y el general de la fuerza aérea griega, Panaiotis Skarpetas, encargado de la investigación del accidente.
La misa Funeral además ha contado con las autoridades civiles como la alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod; el presidente de la Diputación Provincial de, Francisco Núñez; el delegado de la Junta en Albacete, Javier Cuenca; el subdelegado del Gobierno, Federico Pozuelo o el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Casilla-La Mancha, Vicente Rouco. Francisco Núñez, ha manifestado su gratitud y reconocimiento hacia los militares fallecidos en el accidente.
al acto religioso han acudido cerca de 400 personas, comenzaba con la lectura de los nombres de los fallecidos en el accidente. Monseñor Benavente, en su homilía, recordaba los hechos acaecidos aquel día y ha asegurado que, «el balance ha sido horrible«, refiriéndose posteriormente a «la pena que se palpaba en los compañeros de las víctimas». Después ha declarado su admiración por el trabajo del personal de la instalación aérea así como de los profesionales sanitarios implicados en el auxilio de los heridos.
La celebración religiosa ha terminado con las palabras que el coronel del Programa de Liderazgo Táctico (TLP), Antonio Bernal, que dirigiéndose a las instituciones provinciales y regionales, y a los ciudadanos de Albacete y de los pueblos vecinos, en las que agradecia su apoyo y colaboración dispensados durante esos días. «No podemos agradeceros suficientemente la delicadeza y los detalles que habéis tenido con nosotros«, finalizaba, Bernal.
La ceremonia religiosa finalizaba con la interpretación del salve a la Virgen de Loreto, patrona del Ejército del Aire.