Técnicos de la Consejería de Bienestar Social han estado en la localidad deVillacañas (Toledo) para informar del Programa de Acogimiento Familiar de Castilla-La Mancha. Estuvieron acompañados por María Ger, directora general de las Familias y Menores, y Gregorio Gómez Bolaños, director provincial de Bienestar Social. Mª nieves Díaz-Rullo, concejala de Servicios Sociales, fue la encargada de presentarles y agradecerles su visita de trabajo a Villacañas, ya que antes de esta charla estuvieron reunidos con el Ayuntamiento en relación a servicios sociales que se prestan financiados por la Junta.
En cuanto al Programa de Acogimiento Familiar, la Consejería pretende fomentarlo con una campaña informativa que, entre otras acciones, incluye charlas como la ofrecida en Villacañas. El objetivo es encontrar ciudadanos o familias que puedan acoger a un menor en riego de exclusión social que, por diferentes motivos, necesitan ser acogidos de manera temporal hasta que su familia pueda hacerse cargo de él nuevamente.
El acogimiento familiar es una medida que ofrece al niño o la niña, mientras está bajo la tutela de la administración, la posibilidad de vivir durante un tiempo en un ambiente familiar complementario al suyo, en donde pueda recibir el cuidado y la atención que faciliten el desarrollo de su personalidad, al tiempo que mantiene la relación y el vínculo con su familia de origen. Se trata de una atención temporal, ya que legalmente esta situación es totalmente incompatible con la adopción.
Las circunstancias de la sociedad actual están generando una mayor necesidad de familias de acogida para los menores que quedan, por las situaciones que sean, bajo tutela de la administración. Si bien esta dispone de centros residenciales o del acogimiento dentro de familiares del menor, cada vez son más los niños y niñas, especialmente de edades tempranas, que necesitan de una familia acogida para periodos que pueden ser variables, desde 6 meses en el caso de acogimientos de urgencia hasta de varios años en el caso de acogimientos que se extienden hasta la mayoría de edad del niño.
Los acogedores se comprometen a cuidar al menor, educar, apoyarle, integrarle en su red social, respetar su identidad personal y familiar, su historia de vida, facilitar la relación con su familia de origen y colaborar con la administración. Puede hacerlo cualquier persona mayor de 25 años o familias, que reciben una formación de la administración para valorar su idoneidad y el tipo de acogimiento más adecuado para cada persona o familia de acogida. Estas familias reciben en todo momento apoyo técnico y supervisión especializada, especialmente en los momentos más sensibles, como los primeros encuentros, las visitas u otras eventualidades que pudieran dificultar la adecuada adaptación de los niños. Igualmente, reciben apoyo económico para sufragar los gastos derivados del acogimiento del menor dentro de la familia.