Las situaciones de falta de personal en la estación de tren de Villacañas (Toledo) se están convirtiendo cada vez en más habituales, agravadas por la reciente jubilación de uno de los trabajadores que prestaban el servicio. Tal y como usuarios del servicio ferroviario vienen denunciando, estos hechos hacen que la estación de Villacañas permanezca, cada vez con mayor frecuencia, totalmente cerrada y sin personal que se encargue de la venta de billetes y de avisar de la llegada o salida de los trenes, tanto los que paran como los que pasan por la estación sin parada, que son los que más peligro pueden generar.
Es por ello que el gobierno local del Ayuntamiento de Villacañas vuelve a mostrar su preocupación a los responsables del gestor de infraestructuras ADIF y a Renfe por estos hechos, reclamándoles, en primer lugar, que cubran las vacantes de personal que, por jubilación, ya se han registrado o está previsto que se registren próximamente. Para, Santiago García Aranda, alcalde de Villacañas, es “necesario y urgente” cubrir esas vacantes de tal manera que la estación no quede sin personal, teniendo en cuenta que en la estación villacañera hacen parada cada día más de una decena de trenes, a los que hay que sumar trenes de viajeros y mercancías que pasan por la estación sin parada.
Del mismo modo, se anima a los vecinos a presentar reclamaciones en los casos en los que comprueben cualquier deficiencia en el servicio de la estación, o la falta de personal, ya sea en las hojas de reclamaciones oficiales de Renfe o a través del propio Ayuntamiento. Es importante destacar que la presencia de personal en la estación de Villacañas permite, en primer lugar, la formalización de billetes y abonos, lo que sirve al viajero para certificar que ha tomado ese tren y poder realizar reclamaciones en caso de retrasos injustificados, del mismo modo que dicho viaje es contabilizado. La no formalización de billetes o abonos, más aún cuando la máquina expendedora no puede formalizar los abonos adquiridos en Madrid, tiene como consecuencia que ese usuario no se contabilice en las estadísticas de viajeros de la estación.
Igualmente, y dado que el sistema de avisos de los paneles informativos en ocasiones no está operativo, e incluso la megafonía de la estación apenas se escucha cuando hay que desplazarse hasta el cruce de las vías para tomar los trenes que circulan con dirección Madrid, la presencia de personal en la estación resulta innegociable para asegurar la seguridad de los viajeros.
La demanda de presencia de personal en la estación vuelve a acompañarla el alcalde de una reclamación ya histórica del pueblo de Villacañas, en referencia a la construcción de un paso alternativo al cruce sobre las vías del tren en la estación. Para ello es necesario que el Ministerio de Fomento incluya este proyecto en los Presupuestos Generales del Estado para 2018. De hecho, Santiago García Aranda recuerda que el Ayuntamiento ha pedido a todos los grupos políticos representados en el Congreso de los Diputados que apoyen esta reivindicación y fuercen al Gobierno de Rajoy a incluir en los Presupuestos el estudio y la ejecución de este paso alternativo. La existencia de estaciones en las que los viajeros tienen que atravesar las vías para acceder a los andenes supone un elemento de peligrosidad evidente, como demuestran las víctimas por arrollamientos de trenes en estas estaciones (46 en los últimos 10 años).
Esta petición reiterada tiene como fin mejorar la seguridad de los viajeros y evitar una desgracia, como ha podido producirse ya en alguna ocasión. La última, tal y como ha quedado atestiguado ante la Policía Local por una vecina, que manifestó el riesgo que corrieron ella y otra persona a la hora de cruzar las vías por el paso existente para coger un tren en dirección a Madrid el pasado 21 de noviembre, cuando un tren que circulaba en dirección Alcázar de San Juan, sin parada en la estación de Villacañas, estuvo muy cerca de arrollarlas.
Por todo ello, el alcalde anima a los vecinos que puedan aportar algún testimonio o reclamación con respecto a la estación a trasladarlo en el Ayuntamiento y, por supuesto, realizar las reclamaciones oficiales ante Renfe y ADIF.