Milagros Ruiz-Roso, Secretaria de Mujer y Políticas Sociales de FeSP-UGT en Castilla la Mancha, ha presentado ante las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Alcázar de San Juan, las conclusiones del estudio que, sobre la situación de este servicio público, ha realizado el sindicato a nivel nacional. Este estudio, revela la mercantilización del cuidado y como este ‘negocio’ empobrece cada día más a las mujeres que trabajan haciendo efectivo el derecho a la Ayuda a Domicilio.
Las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio de Alcázar de San Juan, han explicado que comparten con sus compañeras del territorio nacional todas y cada una de las denuncias que el sindicato ha recogido en las ocho localidades en las que ha estudiado la situación de este Servicio Público Municipal.
sí pues, las trabajadoras de Alcázar han relatado situaciones insostenibles como los bajos salarios que perciben (4€ la hora) frente a las cuatro veces más que el Ayuntamiento paga a la empresa por cada hora de trabajo; el incumplimiento del Convenio Colectivo al no reconocerse y no pagarse como tiempo efectivo de trabajo ni la media hora de descanso, ni el 
tiempo que emplean en desplazarse entre servicio y servicio; la programación de servicios que finalizan y comienzan a la misma hora; el perjuicio de las personas usuarias a las que se les resta tiempo del que tienen reconocido por la falta organización de la empresa; la ausencia del Plan de Atención Individualizada que debe realizarse para determinar qué tipo de atención debe recibir la persona jornadas de lunes a domingo que impiden conciliar su vida laboral con la personal y familiar; el abuso de las empresas permitiendo que realicen tareas exclusivamente de limpieza del domicilio.
El sindicato ha recogido el relato de las trabajadoras de Alcázar, calificando de muy grave la situación laboral de éstas, ofreciéndose a solicitar al Consistorio un encuentro para poder trasladar la realidad de precariedad de las trabajadoras encargadas de cuidar a quienes más lo necesitan y a su vez, con su esfuerzo personal, hacen efectivo el derecho a vivir dignamente de la persona mayores, enfermas y/o dependientes.