Trillo y sus pedanías han vivido una Semana Santa a rebosar, unos días en los que se ha superado el completo en bares, restaurantes y establecimientos hoteleros. El fin de la pandemia ha conseguido llenar el municipio y ha devuelto, además, la normalidad a los actos religiosos.
La Semana Santa en Trillo ha dejado definitivamente atrás la pandemia del COVID, pues se han vivido jornadas multitudinarias en el municipio a orillas del Tajo. Cientos de personas, tanto hijos del pueblo como visitantes, han escogido la comarca para disfrutar de unos días de turismo, descanso y relax, colmando calles, rincones, bares, parajes naturales, restaurantes y establecimientos durante toda la semana, principalmente en los días del Jueves y Viernes Santo, y aprovechando el buen tiempo reinante durante toda la semana.
A nivel religioso, también ha reinado la normalidad, aunque se ha echado de menos uno de los hitos de la Semana Santa trillana prepandemia: la Pasión Viviente que venía celebrándose en la mañana del Jueves Santo, coincidiendo con el Vía Crucis. Sí han tenido lugar sin embargo otras procesiones tradicionales como la del Santo Entierro, el Viernes Santo, y la del Encuentro, ya el Domingo de Resurrección, donde se ha perpetrado un visible relevo generacional, sobre todo en el caso de las hermanas de la Soledad, que han cedido el testigo organizativo a sus hermanas más jóvenes.
Al margen del programa de actos religiosos, destacan los eventos deportivos celebrados, como la Trillo Cup 2023, que reunió a más de 2.500 personas en torno al campo de fútbol El Robledal; el torneo FIFA 23 PlayStation 5, en el que participaron más de una treintena de jóvenes; o el campeonato de pádel de Semana Santa, donde se dieron cita 22 parejas de jugadores entre las categorías masculina y femenina, disputado el Sábado Santo con un gran ambiente.
Las hermanas de la Soledad se renuevan
Muy destacable en esta Semana Santa ha sido el relevo generacional que se ha producido en la Hermandad de la Virgen de la Soledad, una congregación religiosa con más de 120 años de antigüedad y con más de 80 hermanas en sus filas en la actualidad. Ya en los últimos años, las hermanas mayores iban solicitando una participación cada vez mayor de las más jóvenes, teniendo en cuenta la avanzada de edad de muchas de ellas. En la última asamblea de la hermandad, celebrada antes de Semana Santa, la nueva generación ha tomado el relevo de forma fehaciente, ocupando ya los puestos de la Junta Directiva.
Así, su actual hermana mayor, María del Pilar Batanero, junto a Alicia Bachiller, Laura Henche, Elisa Alcalde y Felisa Batanero han recogido el testigo, tratando de seguir las instrucciones y orientaciones de las hermanas más longevas, pero intentando, a su vez, renovar algunas ideas asentadas desde hace más de un siglo en los modus operandi de la hermandad en algunos ámbitos.
Fue durante la procesión del Jueves Santo por la noche, cuando la Hermandad recoge a la Virgen de la Soledad en su ermita para bajarla a la parroquia, y en la procesión del Santo Entierro, el Viernes Santo, también por la noche, cuando la Virgen acompaña al cementerio a Jesús Nazareno y a Jesús del Santo Sepulcro tras ser crucificado, cuando el traspaso generacional ha sido más visible. Un grupo de mujeres muy jóvenes, pero también muy buenas conocedoras de ambas tradiciones -llevan años participando de ellas, muchas de ellas desde la infancia-, tomaron el mando y la voz cantante para dirigir a sus hermanas a lo largo de la procesión. Además de las citadas, también Covadonga Bachiller, Sara Pérez Bodega, Sonia Batanero o Cristina Pérez, entre otras, han asumido su responsabilidad para con la Virgen de la Soledad, con el firme objetivo de mantener vivas las tradiciones de sus madres, abuelas e incluso bisabuelas.
Junto a ellas, este año también han engrosado las filas de las hermanas de la Soledad María Batanero, Estela María Dolz Batanero, Concepción Marina Bodega, María del Campo Batanero, María Jesús Bachiller, Paqui Pérez, Noelia Molina y las pequeñas Fabiola y Manuela Arias, que, a sus pocos años de edad, ya portan sobre sus hombros el escapulario con la imagen de la Virgen de la Soledad. Y es que existe también un nutrido grupo de niñas y adolescentes, mujeres aún más jóvenes, que cada año también se acerca a la Virgen para portarla durante algún tramo del camino, denotando un gran interés y emoción hacia estas procesiones, tradiciones muy arraigadas en Trillo. A todas ellas, desde la hermandad se hace un llamamiento para que den el paso y formen parte de la congregación para salvaguardar y garantizar su continuidad.
Los actos religiosos fijados en el programa para el pueblo de Trillo -cabe tener en cuenta que los párrocos del municipio se encargan de más de una veintena de pueblos de toda esta comarca- terminaron el Domingo de Resurrección, con la tradicional procesión del encuentro y la Santa Misa posterior, dando por terminada la Semana Santa trillana.
Lleno también en las pedanías
En similares circunstancias se ha desarrollado la Semana Santa en las pedanías de Trillo: Azañón, La Puerta, Morillejo y Viana de Mondéjar, que han visto cómo se multiplicaba su población durante estos días. Aunque en su caso también se han visto reducidos los actos de culto debido al alto número de pueblos que los párrocos gestionan, lo cierto es que la afluencia de personas en los mismos ha sido muy destacable, como en la procesión de la tarde de Viernes Santo celebrada en Viana de Mondéjar.
En el caso de Morillejo, además de los actos religiosos, sus vecinos también han querido rendir culto a otras tradiciones típicas de la Semana Santa, como las torrijas o el potaje de vigilia, que disfrutaron degustando todos juntos. Estas actividades, en su caso, han sido organizadas por la Asociación Cultural Amigos de Morillejo.
En La Puerta, por su parte, quemaron al Judas, y en Azañón también tuvieron otras actividades para niños y mayores, como la búsqueda de dulces por el pueblo o la actuación de un mago, impulsadas desde la Asociación de Amigos de Azañón.
En Valdenaya y ante la ausencia de actos religiosos, las asociaciones de la urbanización han organizado a lo largo de la Semana Santa diferentes actividades en torno a la gastronomía y otras labores como el ganchillo.
Nuevas tradiciones que buscan un hueco en la Semana Santa trillana
Por otro lado, y por segundo año consecutivo, la Unión Músico Artística de Trillo (UMAT) ha protagonizado la madrugada del Sábado Santo al Domingo de Resurrección gracias a la intervención de su Banda de Tambores. Así, a las 00.00 horas y tras el repiqueteo de las campanas de la iglesia anunciando la Resurrección de Jesús, los tambores de la UMAT comenzaron a hacer sonar el Himno de la Resurrección en la plaza Mayor, mientras un centenar de personas iluminaba el lugar encendiendo sus velas en torno a la hoguera que se prendió en el centro.
Se trata de un acto simbólico que busca hacerse un hueco como una tradición más de la Semana Santa, según explica Raúl Peinado, presidente de UMAT, y que tiene su origen en otra antigua tradición trillana que tenía lugar durante la Vigilia Pascual en el interior de la parroquia. Tras varios minutos de tamborrada en la plaza, los músicos comenzaron a caminar, saliendo de la plaza Mayor en dirección al puente sobre el Tajo, que cruzaron dejando tras de sí una estela de luz gracias a las velas encendidas de las más de 100 personas que los acompañaron y dejando una bella estampa sobre el río.
El balance, desde el Ayuntamiento de Trillo, no puede ser más positivo, pues la alta afluencia de personas durante estos días ha repercutido de forma muy positiva en los comercios y negocios de hostelería del municipio. “Ellos fueron quienes más sufrieron la crisis derivada de la pandemia, cerrando sus establecimientos y pasándolo muy mal durante mucho tiempo, y es justo que ahora consigan llenar sus tiendas, bares, restaurantes, casas rurales, hoteles, etcétera”, en palabras del concejal. “Ya llevamos meses viendo una alta afluencia de visitantes en el municipio, pero lo de esta Semana Santa ha sido algo espectacular”, confiesa el concejal de Turismo y Festejos, Hugo Pérez, asombrado por la cantidad de personas que han escogido Trillo y su comarca como destino en estos días, y a la espera de que el turismo se mantenga fuerte durante todo el año y no sólo en fechas puntuales.
