A la ceremonia religiosa, oficiada por Julián García y por Jesús de las Heras, párrocos de San Pedro, Santa María y San Vicente, donde se centra el culto al Santo, acudía la corporación municipal con su alcaldesa María Jesús Merino, al encabezándola, así como un buen número de alcaldes pedáneos. Hubo un recuerdo para la madre Asunción, vicaria de las Ursulinas, fallecida el pasado 16 de marzo.
En la mañana de ayer tuvo lugar la celebración religiosa correspondiente a la onomástica de San Roque, patrón de Sigüenza, junto con San Vicente, la Virgen de la Mayor y Santa Librada.
La fiesta de san Roque tiene como epicentro, desde hace siglo y medio, la hermosa iglesia de las Ursulinas de Sigüenza.
Los cultos a San Roque son responsabilidad de las tres parroquias de Sigüenza, de manera que cada año se turna un sacerdote en la presidencia de la celebración. En el año 2023, le correspondía a Santa María y, por lo tanto, ha sido Julián García Sánchez, ayudado por Jesús de las Heras y por el diácono Juan Antonio Montoro, quien ha presidido la celebración.
A la misa acudía la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino y acompañada por buena parte de los representantes de las pedanías de Sigüenza. Al filo de las 12:30 horas salía la procesión de San Roque, en recorrido de ida por el paseo de La Alameda, y vuelta, por la calle que lleva el nombre del patrón de Sigüenza. La acompañaron musicalmente los dulzaineros de Sigüenza.
En el recorrido por el Paseo de La Alameda, en la calurosa mañana seguntina, la procesión se contagió del frescor del parque, accesible para todas las personas desde su recuperación en marzo pasado, y ya sin cableado en sus hermosas pirámides, igualmente retirado con las obras de la Alameda.
La corporación municipal también estuvo presente, primero en la ofrenda floral y luego en la misa celebrada en honor a Nuestra Señora de la Asunción, en la Capilla Mayor de la Catedral de Sigüenza, precisamente dedicada a esta advocación mariana.
San Roque, protector frente a pestes y males, nació en Montpelier (ahora Francia, entonces Reino de Mallorca), en fecha por determinar entre finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. Parece que murió en Voghera, localidad italiana, junto a Pavía, en Lombardía. Fuer peregrino y servidor de los peregrinos compostelanos, de quienes contrajo la peste. Era laico y perteneció la Orden Franciscana Seglar. Fue canonizado en 1584.
Su culto llegó a España también a finales del siglo XV. Es patrono de numerosísimas ciudades y pueblos. La primera constancia documental de culto a san Roque en Sigüenza es del año 1468. La razón del patronazgo del santo, como fiesta, sobre todo municipal, fue a raíz de las entonces frecuentes epidemias de peste, de las que el santo es patrono y protector. Consta también que hubo una cofradía dedicada a él y que ésta desapareció en 1689, pasando a cargo del ayuntamiento el mantenimiento de su culto.
En el año 1805, el obispo Pedro Inocencio Vejarano (el mismo que mandó crear la Alameda), mandó levantar una nueva ermita, la que fue la tercera Ermita de San Roque, en el mismo lugar que la segunda, que es sustancialmente la actual. Se trata de un edificio neoclásico, rematado por un airoso campanillo. Con la segunda república, dicha ermita fue expropiada y cedida al ayuntamiento, y en 1934 dejó de prestar oficios cultuales. Las dos tallas existentes en la ermita, san Roque y san Sebastián, fueron destruidas.
Tras la guerra civil, la ermita fue reparada, pero ya no volvió a fines cultuales. En la actualidad y desde 1990, es sala de exposiciones y eventos culturales promovidos por el ayuntamiento de Sigüenza.
Entre 1934 y nuestros días, el culto a san Roque fue a parar a la vecina iglesia de las Ursulinas, antiguo convento carmelita de la Virgen del Carmen y después de frailes franciscanos. Asimismo, en la catedral seguntina, en la girola, el segundo altar tras pasar la nave de la Epístola es el de San Roque. Es de mediados del siglo XVII.
A lo largo de estos días, se han sucedido conciertos y festejos taurinos. Todos los conciertos de la Plaza Mayor han llenado por completo su espacio. Primero lo hicieron Despistaos, luego Mojinos Escozios y DLocos, tributo a El Canto del Loco, y anoche, espectáculo ballet Antología Aragonesa Baluarte. El gran triunfador de los festejos taurinos ha sido el yunquerano Cid de María, que salió a hombros de Las Cruces.
Lo más granado de las fiestas de San Roque de Sigüenza terminaba ayer, pero, sin embargo, se prolongan, con un amplio programa cultural, hasta el próximo domingo, 20 de agosto, día de la procesión de los faroles, fiesta de interés turístico regional.
