Rubén Pinar, que en la tarde de hoy sábado hace el paseíllo en Manzanares (Ciudad Real) junto a David Mora y Jiménez Fortes , compartía la mañana del viernes al festejo en el histórico coso de esta localidad con numerosos aficionados, muchos de ellos niños y niñas, que participaron en una jornada de fomento de la tauromaquia que organizaba la peña taurina “Ignacio Sánchez Mejías” con la colaboración del Ayuntamiento.
Antes de que Rubén Pinar mostrara a los aficionados cómo se realizan algunos pases de capote o de explicar cómo se siente antes de un compromiso como el de este sábado, los participantes en esta jornada de la peña “Sánchez Mejías”, entre ellos los niños y niñas participantes en su concurso de dibujo taurino, hicieron un recorrido guiado por la centenaria plaza manzanareña.
El presidente de la peña, Francisco Jiménez Navarro fue el encargado de dirigir la visita por las dependencias de la plaza tras el saludo inicial en la sede –pequeño museo taurino- que esta entidad tiene en el coso. Aquí estuvo acompañado por Esther Nieto-Márquez, y Silvia Cebrián, concejalas de Festejos y de Cultura, respectivamente, que valoraba este tipo de actos para dar a conocer los entresijos de este mundo y todo el ámbito cultural que lo rodea.
En el patio de caballos vieron después cómo “se viste” un caballo de picar. Ya con el peto puesto, los más pequeños subieron al percherón para quedar fotografiados por sus familiares. El recorrido siguió por la puerta de cuadrillas, capilla, callejón, puerta grande, patio de autoridades, enfermería, corrales –donde pudieron ver los toros a lidiar horas después- y meseta de toriles.
De vuelta al patio de caballos, los participantes recibían la visita de Rubén Pinar, que fue presentado por Julián Nieva, alcalde de Manzanares, que agradeció al diestro el detalle de compartir esta mañana con la afición local. Francisco Jiménez también resaltó este gesto que ayuda a crear afición, sobre todo entre los más pequeños “que son el futuro de la fiesta”.
Pinar no dudó en tomar un capote para torear de salón a la verónica y mostrar un quite por chicuelinas. Después llegaron multitud de fotografías con grandes y pequeños para recordar esta visita tan especial a una de las plazas de toros más singulares de la región.