De los medios de captura de depredadores que se usan habitualmente en los cotos, sólo las cajas-trampa para zorro se han prohibido, aunque los ecologistas denuncian que se siguen empleando furtivamente. Los lazos, las cajas-trampa para urracas y lo que llaman cacerías selectivas de zorro se siguen empelando masivamente. Son decenas de miles los lazos que se colocan en Castilla-La Mancha e incontables las cacerías de zorros que se desarrollan.
Y se preguntan ¿Cuántos ejemplares de otras especies protegidas mueren en nuestra comunidad autónoma por esta problemática? Probablemente no lo sabremos nunca, ya que no portan esos valiosos collares radiotransmisores que permiten que conozcamos al detalle lo que les pasa a algunos linces. En poco tiempo han muerto 3 de los 8 linces reintroducidos en Ciudad Real, de ahí podemos extrapolar un porcentaje indicativo también para otras especies autóctonas.
En Ecologistas en Acción lamentan profundamente la muerte de los linces, animales tan valiosos y necesarios para nuestros ecosistemas. Pero lamenta aún más la muerte silenciosa de decenas de miles de ejemplares de fauna que se siguen masacrando en los cotos de caza y el daño que ello está produciendo a nuestro medio natural y a nuestros espacios naturales.
Por ello Ecologistas en Acción piden , además de adoptar las medidas de denuncia de estas actuaciones puntuales y que se sustanciarán en próximas personaciones, Ecologistas en Acción exige a la Junta de Castilla-La Mancha, en concreto a la Consejería de Agricultura, y a los agentes sociales y económicos involucrados en la gestión de la caza, especialmente a los que impulsan el proyecto Iberlince, que de una vez por todas se prohíba el uso de métodos de control de depredadores y se doten los medios adecuados para la vigilancia de los cotos de caza.
Por último, la asociación ecologista quiere felicitar a aquellos agentes medioambientales y del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil que con escasos medios y muchas dosis de voluntarismo están permitiendo que salgan a la luz y se persigan casos como el de Kairós.