Cortes regionales Pablo Bellido

Artículo de Opinión de Pablo Bellido Acevedo. Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha

Hoy es el Día Mundial de la Justicia Social, un valor clave e imprescindible para avanzar hacia una sociedad mejor. La justicia social está íntimamente relacionada con el reparto justo y equitativo de los bienes y servicios necesarios para el desarrollo de una persona en la sociedad y vela por ofrecer a cada uno lo que necesita para satisfacer sus necesidades básicas. No se consigue, pues, la justicia social ofreciendo a todo el mundo lo mismo, sino apoyando más a quien necesita más ayuda porque parte de una situación de clara desventaja.

De este modo, la justicia social se vincula con la solidaridad, el apoyo mutuo y la colaboración entre individuos y pueblos, de tal manera que, quien más tiene, contribuye más para que quien tiene menos pueda disfrutar de ventajas y servicios que le serían inaccesibles de no ser por la cooperación del resto. No actuar así, no pensar más en quien menos tiene, nos lleva a dar rienda suelta al egoísmo, al ‘sálvese quien pueda’, a proteger al poderoso y abandonar al débil. Y eso es algo que no debemos permitir.

La solidaridad, la equidad, la justicia en definitiva, deben ser valores que sustenten las relaciones sociales, tanto en el ámbito privado como en el público. En el privado, en el de nuestras relaciones personales, avanzaremos hacia una sociedad mejor si sustituimos el individualismo y la competitividad por la cooperación y el apoyo colectivo. Y en lo público, es esencial la construcción de un sistema que garantice que los servicios esenciales llegan con igualdad a todas y todos. Para ello, como decía anteriormente, es imprescindible aportar más donde más falta hace. Conseguir, por ejemplo, que los servicios lleguen al mundo rural, necesita un aporte extra, un esfuerzo de solidaridad colectiva, pero es de justicia que no sea motivo de discriminación el lugar en el que cada uno nace, o donde vive, como no puede serlo el género, la religión, la orientación sexual o la ideología.

La justicia social y la igualdad son compañeras inseparables. Una sociedad sólo puede ser más justa si es más igualitaria. Igualdad entre mujeres y hombres, entre pueblo y ciudad, entre territorios. Igualdad para acceder a servicios sanitarios, con independencia del poder adquisitivo; igualdad para acceder a la mejor educación, sin importar la posición social; igualdad para acceder a la vacuna contra la COVID sin trampas ni atajos. Decía Aristóteles que “el único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley”. Y podríamos añadir que sin la igualdad que nos aportan los servicios públicos que garantizan en estado del bienestar, tampoco es posible la estabilidad que necesitamos para convivir y avanzar.

El sistema público en sanidad, en educación, en atención a la dependencia, en pensiones, etc, es la mejor garantía de igualdad y, por tanto, de justicia social. Y los sistemas públicos se construyen con la aportación solidaria y progresiva de todas y todos, con impuestos progresivos en los que, quien más tiene, aporta más para que quien menos tiene tenga que poner menos. Por eso, carecen de toda ética las posiciones de quienes buscan que las grandes fortunas paguen menos o que tributen fuera de nuestro país, porque es de un egoísmo y una injusticia tal que debería causar sonrojo.

Frente a esta posición, hay otras como la de quienes impulsan, por ejemplo, un Ingreso Mínimo Vital para las familias más necesidades, una medida justa que es imprescindible que vea acelerada su implementación. Hay quienes la critican, quienes ven un problema en todo aquello que beneficia a los más débiles. La derecha se opone a esto como antes lo hizo a las pensiones públicas, a la jornada de ocho horas o a las vacaciones pagadas. Pero lo cierto es que se impondrá y será incuestionable, pese a los de siempre, porque es de esas decisiones que mejoran la sociedad porque promueve avanzar sin dejar a nadie atrás.

Hoy, 20 de febrero, renovemos nuestro compromiso de trabajar para la consecución de una verdadera justicia social, que fomente la integración y la protección frente a la explotación de las personas más vulnerables. Es la manera de caminar hacia una sociedad más justa y equitativa.

Pablo Bellido Acevedo

 Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha.

Recuerda que es “la asamblea autonómica más productiva”, con nueve leyes aprobadas hasta el estado de alarma por la Covid-19, que “tristemente” ha marcado este año.

Pablo Bellido, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, ha celebrado hoy el primer aniversario del inicio de la actual legislatura y ha agradecido el trabajo parlamentario de todos los diputados y diputadas durante este tiempo, en el que, además, se ha avanzado en “unas Cortes más abiertas, más accesibles, más solidarias y más igualitarias”.

A través de un vídeo difundido en redes sociales, el presidente de la Cámara legislativa regional ha mostrado su orgullo por que el de Castilla-La Mancha mantenga esta en este periodo el parlamento autonómico que más leyes ha aprobado de toda España.

“Este año ha estado tristemente marcado por la pandemia, pero aun así la producción legislativa ha sido abundante y vamos ahora a seguir trabajando para recuperar el tiempo perdido”, asegura. Así, hasta el estado de alarma, la asamblea autonómica más productiva del país aprobó los Presupuestos para 2020 en plazo y ha sacado adelante otras ocho leyes, la mitad de ellas por unanimidad, lo que convierte al parlamento castellano-manchego en “la asamblea autonómica más productiva del país”.

Además de la actividad parlamentaria, en este primer año de la décima legislatura de Castilla-La Mancha se ha potenciado de manera notable la actividad institucional para acercar el parlamento regional a toda la ciudadanía. “Nos hemos acercado a muchos puntos de Castilla-La Mancha para escuchar al pueblo e intentar traer a las Cortes regionales sus inquietudes”, afirma Bellido.

Unas Cortes regionales que también “han abierto sus puertas a los ciudadanos y ciudadanas y sus colectivos”, al objeto de dar a conocer la institución y, al mismo tiempo, concluye su presidente, para seguir trabajando en “conseguir una Castilla-La Mancha mejor”.  Así, antes del confinamiento, se instauró una jornada al mes de puertas abiertas para visitas de grupos.

El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha anima a los pequeños a “ser influyentes” en las decisiones que adoptan las administraciones.

57 alumnos y alumnas de cinco colegios han participado en el pleno ‘Diputados y diputadas por un día’ de Aldeas Infantiles.

Pablo Bellido, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, ha animado a los niños y niñas a ser “influyentes en las decisiones” que adoptan las administraciones. “Siempre tenemos presentes vuestros derechos, pero además queremos aprender directamente de vosotros”, ha asegurado esta mañana en su intervención en el acto institucional ‘Diputados y diputadas por un día’ que ha acogido el Salón de Plenos, a propuesta de la organización sin ánimo de lucro Aldeas Infantiles SOS.

Bellido, que ha calificado esta actividad de recreación parlamentaria como “escuela de tolerancia”, ha animado a los pequeños asistentes a ejercer plenamente sus derechos y ha mostrado la predisposición de la Cámara regional a seguir trabajando junto a esta y a otras organizaciones como Unicef, Save the Children y la Plataforma de la Infancia en “la participación activa de los niños y las niñas” y en “colaborar de la manera en que se nos solicite”.

“Tenéis que manteneros activos y preguntar lo que queráis, tenéis derecho a ser felices, siendo plenamente sujetos de derechos, y tenéis que contaminarnos a las personas adultas con vuestra alegría y vuestra felicidad, para enriquecernos”, ha subrayado Bellido en un acto en el que también han intervenido el presidente de Aldeas Infantiles SOS España, Pedro Puig Pérez, y María Ger Martos, directora general de Infancia y Familia de la Junta de Castilla-La Mancha, y al que han asistido diputados y diputadas de los tres grupos con representación en la Cámara, PSOE, PP y Cs.

Bellido, que ha recordado que “el desarrollo debe de ser sostenible, saludable y solidario”, ha aprovechado para mostrarse orgulloso de que en el parlamento de Castilla-La Mancha “no hemos dado cabida a discursos del odio” que criminalicen a ningún colectivo y ha invitado a los presentes a ser solidarios y solidarias con “los niños y niñas de todo el mundo”, especialmente “aquellos que sufren dificultades” como pobreza, guerras u orfandad.

Cinco colegios de la región

El ‘pleno social’ ha contado con la asistencia como parlamentarios y parlamentarias por un día de 57 alumnos y alumnas de los colegios Nuestra Señora del Rosario de Hellín (Albacete), Río Tajo de Guadalajara, Eduardo Palomo Rodríguez de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), Maestro Juan de Ávila de Pedro Muñoz (Ciudad Real) y Fray Luis de León de Belmonte (Cuenca).

Depositar los residuos en sus correspondientes papeleras y contenedores; fomentar el uso del transporte público, la bicicleta o caminar, comprometerse a “reducir, reciclar y reutilizar para no contaminar”, mejorar el reciclaje de papel, colaborar en la limpieza del entorno más próximo y “hacer un buen uso del agua, evitando malgastarla”, han sido algunos de los 15 compromisos formulados por el alumnado para alcanzar algunos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la ONU aprobó en 2015.

En el listado de propuestas sometidas a votación han constado también varias propuestas encaminadas a reducir la cada vez más invasiva presencia de plásticos en los mares y océanos como no ensuciar el mar con residuos, “promover el uso de barcos con energías renovables”, “consumir alimentos marinos de forma moderada”, no comprar alimentos envasados en plástico o aluminios o, en general, eliminar progresivamente los plásticos para envases y bolsas.

Un representante de cada colegio invitado ha tomado la palabra para dirigir un discurso al resto de asistentes, para dar paso en el tramo final a la votación en una urna de compromiso que cada niño y niña ha considerado más importante. “Respetar el medio ambiente en general y el litoral en particular, mantenerlo limpio y adoptar medidas de respeto a los ecosistemas” ha sido la iniciativa más respaldada, con 15 votos, seguida de un empate entre las del compromiso a “decir no a la contaminación por combustión de los coches” y “no tirar residuos para mantener limpio el mar”.

La ONG Aldeas Infantiles SOS, impulsora un año más de esta actividad en el parlamento autonómico, tiene presencia en España desde 1967, atiende a más de 570.000 niños, niñas, jóvenes y familias en todo el mundo y ofrece tratamientos de emergencias y médicos en 136 países. En 2016 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.