C Real SOLMAN

Esta noche se iniciaba la XXVI edición del ciclo de cine solidario organizado por Solidaridad Manchega, que gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Ciudad Real se podrán ver en el emblemático museo. Hoy, la primera proyección ha sido de la película ‘O que arde’, a la que seguirán otras tres emisiones cada lunes del mes de agosto, el 16 ’Adam’, el día 23 ‘Minari’ y, por último, el 30 ‘Out of plasti’. Con este ciclo se pretende alertar sobre la situación extrema que, a nivel ambiental y social, estamos viviendo. La recaudación del ciclo irá destinada al mantenimiento del comedor infantil Defalé en Togo.

Eva María Masías, alcaldesa de Ciudad Real, que asistía a la proyección de la película acompañada de Ana Belén Chacón, concejala de Igualdad, agradecía la labor solidaria que lleva a cabo SOLMAN, desde hace tantos años, para reivindicar, a través de una cultura segura, una “sociedad mejor en un mundo en el que las diferencias marcan el bienestar social”.

Lucio García Leal, miembro de la junta directiva de Solidaridad Manchega y uno de los fundadores de la organización, incidía en que con este ciclo se trata de “sensibilizar y hacernos reflexionar sobre grandes problemas que hay en la tierra, para hacer un mundo más habitable, un poquito mejor”. En concreto, este ciclo tiene como objetivo prioritario el que los ciudadanos tomen conciencia sobre el medio ambiente y “vean realidades que nos hagan modificar nuestros hábitos, nuestra conducta para hacer un mundo más habitable”. En todo momento se respetarán las medidas de seguridad para la prevención de contagios por el Covid durante las proyecciones.

SOLMAN tiene como objetivo los proyectos de cooperación internacional dirigidos al desarrollo, ayuda humanitaria y emergencia. Destaca la sensibilización y presencia social, que son claves para hacer ver que vivimos en un mundo global, donde las dificultades de unos afectan e influyen al resto. Solidaridad Manchega busca el equilibrio entre el medioambiente y el desarrollo humano, mediante una implicación social de todos con el propósito de garantizar unas condiciones de vida dignas en entornos saludables.

Matilde Hinojosa, concejala de Acción Social y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Ciudad Real, ha visitado el inicio del curso de árabe 2019-2020 que por tercer año consecutivo realiza la ONG SOLMAN. El Ayuntamiento de Ciudad Real colabora con este curso, enmarcado dentro del proyecto de interculturalidad de esta organización no gubernamental, a través de las ayudas para proyectos de sensibilización.

La concejala se mostraba convencida de que “la única manera de derribar barreras entre culturas es conocerse. Una de las principales barreras que tenemos contra personas de otras culturas es el desconocimiento, los miedos ante las diferencias, y casi nadie tiende a saltárselas, sino a ir hacia atrás, por lo que la brecha ante las culturas es cada vez mayor”.

Por eso apostaba por cursos como éste “para que nos conozcamos, que rompamos esas barreras porque los miedos están en nuestras cabezas, no en la realidad. Las ciudades están ante una realidad social en la que cada vez hay más grupos de diferentes culturas. Y eso nos debe hacer mejores porque lo que hace la interculturalidad es enriquecernos, nos hacer ser más solidarios y empatizar con el otro”.

Hinojosa, justificaba así la labor que está realizando el Ayuntamiento, trabajando en materia de cooperación internacional no sólo en el lugar donde se desarrollan los proyectos, sino también en Ciudad Real para sensibilizar a la población.

El presidente de SOLMAN, Gustavo González, agradecía la colaboración del Ayuntamiento de Ciudad Real con este curso, “puesto que todo el mundo tiene sus capacidades y hay que dar ese acercamiento entre las culturas desde una perspectiva de que todos queremos lo mismo, que es convivir, la tolerancia, vivir en paz. Este curso y el aprendizaje de una lengua como el árabe es un primer paso muy importante para ir quitándonos los miedos, y ver que detrás de todo eso hay una persona”.

También Lucio García, expresidente de SOLMAN, reconocía que gracias a la interculturalidad “podemos convivir con gente que es diferente a nosotros, y eso nos enriquece a todos. Y agradecía la financiación del Ayuntamiento porque “invertir en solidaridad, en cultura e interculturalidad es que es invertir en paz, en convivencia y en valores”.

Salambuja, de nacionalidad saharaui nacida en El Aaiún, es la encargada de impartir las clases, desde un nivel básico a otro ya avanzado para quienes llevan varios años aprendiendo árabe. Además de estas clases, también se organizarán a lo largo del curso conferencias, talleres de cultura árabe y la proyección de películas con esta temática.