Por Enrique Pedrero Muñoz.
Miembro de la Asociación Madrileña y Española de Críticos de Arte, AMCA Y AECA.
Ambos ejemplares han sido coordinados por el Catedrático de Historia del Arte de la UCLM, Miguel Cortés Arrese y una docena de profesores de las especialidades de Humanidades e Historia del Arte de varias ciudades de la comunidad y procedentes de la Universidad en Castilla la Mancha y otros entes provinciales.
El martes día 6 del mes en curso a las 19 horas, se presentaba al público los dos tomos I y II “Arte en Castilla-La Mancha”. El evento tuvo lugar en el Salón de Actos de la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real. El I volumen recoge De la Prehistoria al Gótico y el II. Del Renacimiento a la Actualidad.
EL ACTO
En primer lugar, intervino Alfonso González-Calero, Director de la Colección, además de periodista, multidisciplinar y miembro de la Editorial Almud, Ediciones de Castilla-La Mancha, quien puso de relieve, como hace unos meses se presentaba en la Capilla del antiguo convento Santiaguista de Santa Fe de la Capital Regional, el primer Tomo de Arte en Castilla-la Mancha, así como las vicisitudes de las que se había encontrado hasta llegar a la edición del segundo ejemplar.
A continuación tomó la palabra el coordinador y también autor, Miguel Cortés Arrese, quien destacó las características de los libros que se habían editado.
Siguiendo el orden, intervino Antonio de Juan García, doctor y profesor asociado de Historia Medieval de la UCLM, que fue desgranando varios temas en torno Alarcos- Calatrava y de otra forma fueron interviniendo más tarde los profesores: José Arturo Salgado, Sonia Morales Cano y Laura Gómez García.
TOMO I
Arte en Castilla-La Mancha, I. De la Prehistoria al Gótico, sintetizamos de una forma breve una parte de esta época, mencionando en el Mesolítico y el Neolítico los hallazgos en varias provincias como Albacete, Ciudad Real o Guadalajara. Mientras que en el Paleolítico y la Edad del Hierro, se aprovecha los asentamientos localizados en terrazas y caudales fluviales del rio Guadiana, el Tajo, el Júcar y El Segura, en otros se extienden en cuevas y abrigos montañosos, para asentar poblados y ciudades, o las motillas, como la de Daimiel, entre otros.
Más adelante entre los siglos VI al I a. de Cristo, se desarrolla la zona de Oretania, La Carpetana y la Basteniana, que va a tener una gran repercusión en varios poblados haciendo hincapié en la cultura ibérica, señalando varios poblados fortificados como los oppida, de los cuales señalamos brevemente el de Alarcos, el Cerro de la Nieves, Oreto o La Bienvenida, todos recogidos en la provincia de (C. Real) o la Quéjola en San pedro (Albacete). Sin embargo la autora de éste apartado señalaba, con varias características el oppidum del Cerro de las Cabezas en Valdepeñas, (C. Real) en la ribera del río Jabalón, como uno de los más excavados y estudiados, dado que se muestra casi intacto debido a que no fue ocupado posteriormente.
El arte romano tuvo su repercusión citando ciudades como Toletum, Oretum o Segóbriga, entre otros ejemplos
Más adelante y realizado por varios autores se amplía la información para pasar por cuatro parques arqueológicos importantísimo como son Alarcos- Calatrava La vieja, Segóbríga, Recópolis y Carranque.
Con bastantes páginas de extensión, se llega al Arte Visigodo, Arte Románico, Andalusí y Mudéjar y Gótico. Mostrando con textos e imágenes muchas de sus cualidades.
TOMO II
Arte en Castilla-La Mancha, II. Del Renacimiento a la Actualidad, se refleja en principio los primeros estilos o tendencias en la arquitectura renacentista, apoyada por el clero, políticos, militares y la nobleza, en castillos y palacios, destacando a Antonio
De Mendoza y Pacheco (Mondéjar (Guadalajara) 1490 o 1493- Lima (Perú) 1552)
Político y militar español y virrey en la Nueva España, que mandó construir en 1506 o 1507 al atribuido arquitecto, Lorenzo Vázquez de Segovia, para que levantara el Palacio del Infantado de Guadalajara. De esta época también destacamos las catedrales de Cuenca, Toledo y Siguenza, con distintas características cada una que le hacen original.
Importante es destacar a Fernando Yáñez de la Almedina, (Almedina, Ciudad Real, h. 1475-1540) donde se hace una biografía de su vida y obra.
De esta etapa ornamentada, de la cual también se menciona ampliamente las artes escultóricas, decorativas e industriales, el autor se emerge en otra más purista para llegar al estilo herreriano, donde destaca entre otros, el palacio del Viso del Marqués en (C. Real) que D. Álvaro el Mozo, el primer Marqués de Santa Cruz, emprendió la tarea de construir el famoso Palacio en 1562/64, encomendando la tarea, al arquitecto, escultor y pintor Giambattista Castelló “El Bergamasco” (Bérgamo, Italia, 1509 – Madrid, 1569) cuya obra de fábrica viene a terminarse en 1586, pero la decoración, (yesería, pinturas) se prolongaría otros doce o catorce años más, llevada a cabo por artistas italianos.
De esta época el autor pasa al manierismo para inclinarse por la figura de Domenikos Theotocópoulos, El Greco, reflejando su vida y obra en Creta (Grecia) y la gran obra que realizara en Toledo, como retratos, retablos o la gran obra “El entierro del Conde de Orgáz” de enormes dimensiones, pintado entre 1586 y 1588. Teniendo en cuenta que la pintura de El Greco se adelantó varios siglos a lo que sería en el siglo XIX y XX con el impresionismo, expresionismo o el informalismo.
Llegamos al Arte Barroco sintetizando a varios artistas, entre ellos Juan Bautista Monegro (1545-1621) que trabajó en la catedral de Toledo y el conquense Francisco de Mora que interviniera en el Monasterio de Uclés (1550-1610) y Juan Francisco de Mora, (1585-1646) sobrino del anterior, natural de Cuenca, que realizó obras fuera de Castilla-La Mancha.
No se debe olvidar la arquitectura llevada a cabo por las fundaciones y órdenes religiosas, de las cuales existen muchos edificios religiosos en gran parte de Castilla-La Mancha.
Desde aquí el volumen se traslada a Arte de la Ilustración, del cual dejaron huella muchos artistas que viajaron por España y por supuesto por Castilla-La Mancha, donde se complementa con un estudio de la arquitectura, escultura funeraria, pintura y artes menores, destacando los daguerrotipos de la época
Posteriormente destaca el arte del siglo XIX, entre la tradición y la novedad, que no se queda aislada de lo que se está moviendo en otros lugares españoles o extranjeros, aquí la tendencia se declara por un eclecticismo de estilos, muchas veces de estilo neoclásico, como por ejemplo los edificios de distintos ayuntamientos como el de Almansa (Albacete) y otros muchos de ellos, desparecidos o diputaciones como por ejemplo el edificio de la Diputación de Ciudad Real, otras veces de lo más dispar, donde se conjugan distintos estilos.
De las artes plásticas en esta centuria podemos nombrar al alcarreño Casto Plasencia Maestro, (1846-1890) el alcazareño Ángel Lizcano Monedero, Alcázar de San Juan 1846-1929) y los ciudadrealeños Ángel Andrade Blázquez (1866-1932) y Carlos Vázquez Úbeda (1869-1944) y un lago etc.
Finalmente este segundo tomo recoge en su espacio final “Tramas, temas, nombres, tipos, géneros: arte de los siglos XX y XXI”, que bien recogen varios autores de la provincia de Ciudad Real, mientras que en otras provincias casi es nulo. En este espacio se expone las exposiciones internacionales tanto de pintura, escultura, performances, diseño, fotografía, etc., realizadas en España y otras menos importantes llevadas a cabo en varios puntos de la región.
AUTORES DE LA OBRA
Han intervenido en la consecución de dichos libros, además del coordinador Miguel Cortés Arrese, Silvia García Alcázar, Rosario Cebrián Fernández, Antonio de Juan García, Laura Gómez García, José Arturo Salgado Pantoja, Sonia Morales Cano, Pedro Miguel Ibáñez Martínez, Fernando González Moreno, Adolfo de Mingo Lorente y José Rivero Serrano.
Enrique Pedrero Muñoz.
Miembro de la Asociación Madrileña y Española de Críticos de Arte, AMCA Y AECA.