El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha impartido hoy en Albacete la conferencia ‘Agua, Clima y Desarrollo Rural’, donde ha destacado, también, que “sin el agua no podemos resolver el reto demográfico”.
Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ha recordado en Albacete, ciudad que acogerá el próximo día 31 de enero el encuentro de la Mesa del Agua, en la que se buscará un acuerdo entre todos, que el agua es un bien púbico y como tal aparecerá en el documento de posición de la región. Este bien, ha dicho, tiene que conseguir objetivos públicos y no hay mayor bien que el “agua genere más riqueza, empleo y redistribuya los recursos” y hacerlo “sin apriorismos ni enfrentamientos”.
Así lo ha expresado durante la conferencia ‘Agua, Clima y Desarrollo Rural’ del Ateneo Albacetense, que ha impartido dentro del ciclo de conferencias programadas con motivo del 140 aniversario de esta institución, presidida por Tomás Mancebo, ante un centenar de personas, entre las que han estado el subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa; el senador Manuel Miranda; el vicealcalde de la ciudad, Emilio Sáez, la vicepresidenta de la Diputación, Amparo Torres, así como el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz y el delegado de Agricultura en la provincia, Ramón Sáez o los alcaldes de Alcalá del Júcar y San Pedro, y miembros de organizaciones agrarias, ecologistas y agricultores o miembros de usuarios de aguas subterráneas.
En este sentido el consejero ha hecho una llamada al entendimiento porque si no se es capaz de comprender este principio, se va a hacer un “flaco favor” a la región y a los ciudadanos.
Arroyo ha relacionado la importancia del agua con la lucha contra el despoblamiento y al mismo tiempo, frente al reto del cambio climático. Y en todo ello, es preciso la presencia del sector agroalimentario.
De esta forma ha explicado que es evidente que sin agua no es posible alcanzar el desarrollo rural, ni resolver el reto demográfico, ya que es “el recurso más limitante o condicionante de ese desarrollo” y sin este bien, a su vez, “no podemos entender la realidad del sector agrario”. Y sin agricultura, “no hay desarrollo rural”.
Para una región como Castilla-La Mancha, con el 90 por ciento de la población en el medio rural, es necesaria una industria vinculada al territorio como es la agroalimentaria, porque es este sector, sobre todo las cooperativas, el que “consolida” la presencia de la población en el territorio. Y todo ello, con un uso del agua de forma eficiente y sostenible, ha insistido.