Cooperativas Agro-alimentarias informa junto a Unicaja Banco en Toledo sobre la nueva PAC, en un encuentro clave para el sector donde se dieron a conocer en Toledo las ayudas enmarcadas en el Plan Estratégico de la PAC para agricultores, ganaderos, cooperativas, industrias agroalimentarias y desarrollo rural
Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, en colaboración con Unicaja Banco, ha llevado a cabo hoy la Jornada Informativa “Plan estratégico de la Nueva PAC 2023/2027” en Toledo a la que han asistido cerca de medio centenar de agricultores, ganaderos, cooperativas, industrias agroalimentarias para conocer las bases de las ayudas y retos hacia un nuevo modelo de agricultura, más sostenible.
La inauguración corrió a cargo de la técnica sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias CLM, Nuria Villanueva, y de la Directora de Dinamización Comercial de Negocio Agro de Unicaja Banco, Marisol García, quien destacó el compromiso de la Entidad con el desarrollo del sector en la región aportando herramientas, conocimiento y experiencia para hacer frente a los nuevos retos y aprovechar las oportunidades que puedan surgir en esta época de cambios para la industria agroalimentaria. Al tiempo, agradeció a Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha su apuesta por este tipo de iniciativas tan necesarias en este momento.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, se ha destacado que “tenemos un año, el 2022, para interiorizar cambios conceptuales de gran entidad, como la nueva definición de agricultor activo, o el nuevo capping, que cambiarán el acceso a las ayudas, o la conversión de las regiones de pagos en función de los cambios de cultivo de los últimos años, o cómo nos afecta el pago redistributivo. Por no hablar de a qué eco-regímenes me puedo acoger, de lo que dependerá bastante el nivel de ayudas de una explotación. Todo ello manteniendo una agricultura avanzada en sistemas de calidad, seguridad alimentaria y respetuosa con el medio ambiente”. Además de todo lo anterior, Villanueva, abordó los fondos y medidas enmarcados en el Programa de Desarrollo Rural, y repaso general del esquema del nuevo sistema de ayudas.
También se informó sobre la “Arquitectura ambiental de la nueva PAC: los eco-esquemas y la condicionalidad reforzada”, a cargo de Esteban Esquinas, de los servicios técnicos de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha y sobre las ayudas asociadas a los diversos sectores en la PAC. Los eco- esquemas (ahora llamados eco- regímenes) y las ayudas asociadas suponen el 38 % del presupuesto de las ayudas del primer pilar de la PAC nada menos, porque de su conocimiento y de la planificación de cultivos del próximo otoño, dependerá mucho la renta de la explotación.
Valoración de la organización sobre la nueva PAC
La nueva reforma incluye cuestiones positivas, muchas de ellas coincidentes con las propuestas de Cooperativas Agro-alimentarias. Entre ellas destacan la incorporación del sector del aceite de oliva a las intervenciones sectoriales, que fomentan la estructuración económica del sector a través de las Organizaciones de Productores (OPs). También se incluyen cuestiones importantes para los cultivos mediterráneos, como el mantenimiento del sistema de Frutas y Hortalizas basado en OPFHs sin límite presupuestario, o la extensión del sistema de autorizaciones de plantación en el viñedo hasta 2045.
Cambio de modelo productivo
Sin embargo, el sector productor deberá hacer frente a grandes retos medioambientales y climáticos expresados en las estrategias De la Granja a la Mesa y para la Biodiversidad 2030, que buscan el cambio del modelo productivo hacia una mayor exigencia medioambiental, al tiempo que las cooperativas agroalimentarias y sus socios deberán mejorar su eficiencia productiva y económica para poder seguir siendo rentables en el mercado. La nueva PAC cuenta con objetivos medioambientales muy ambiciosos con la inclusión del actual greening como una obligación para el productor vía la condicionalidad reforzada, es decir, sin ayudas vinculadas; y el diseño de los eco-regímenes, que implicarán pagos compensatorios para aquellos productores que decidan incluir prácticas medioambientales en sus explotaciones cuando estas van más allá de la legislación básica en materia de sostenibilidad ambiental.