Los programas de rehabilitación respiratoria demuestran su eficacia en el aumento significativo de la función pulmonar de los afectados
Hoy 5 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad (en niños, adolescentes, adultos y ancianos) y que en la mayoría de las veces se trata con dosis bajas de corticoides inhalados. Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla – La Mancha (COFICAM) destacan el importante papel de las técnicas de Fisioterapia respiratoria, que en los últimos años se han ido incorporando como tratamiento complementario al farmacológico, “observándose mejorías importantes tanto en la reducción de los síntomas como en la mejora de la calidad de vida de los pacientes”, afirma Susana Priego, fisioterapeuta del Hospital Virgen de la Luz (Cuenca).
El lema del Día Mundial del Asma de este año es «Revelar las ideas erróneas sobre el asma» y tiene el objetivo de desterrar los mitos y conceptos erróneos más comunes en relación con el asma, que impiden que las personas afectadas se beneficien de forma óptima de los principales avances en el tratamiento de esta enfermedad.
Fisioterapia respiratoria para mejorar la enfermedad
El fin principal en el tratamiento contra el asma es el de conseguir un buen control de la enfermedad, así como un buen manejo de los síntomas y de las situaciones de crisis. Para ello, es fundamental tanto la Fisioterapia respiratoria como la educación para la salud.
“Entre las técnicas que se realizan podemos destacar la reeducación respiratoria diafragmática, espiración lenta a labios fruncidos y ventilación dirigida”, señala Priego. Estos ejercicios respiratorios tienen como objetivo la reeducación respiratoria para un mejor control de la hiperventilación y sensación de disnea en los momentos de crisis, tratando de reducir esta hiperventilación, así como el uso de la musculatura accesoria y los bloqueos respiratorios.
“También son útiles los ejercicios de movilización de miembros superiores y cintura escapular, que ayudan a desbloquear los hombros y parte alta del tórax que presenta mayor rigidez tras la crisis. Otra técnica interesante es el yoga terapéutico (hay estudios que evidencian la importancia de la respiración Pranayama que se utiliza en las distintas modalidades de yoga)”, cuenta la fisioterapeuta.
Es importante que el paciente aprenda correctamente las técnicas en las fases estables de la enfermedad, y las incorpore en su rutina diaria, dándole las herramientas necesarias para que sea capaz de manejar los periodos de crisis.
Programas de rehabilitación respiratoria
En cuanto a los programas de rehabilitación respiratoria, cada vez son más los estudios que demuestran su eficacia, “con resultados de un aumento significativo de la función pulmonar, así como un incremento de la tolerancia al ejercicio y calidad de vida”, dice la colegiada. Dentro de estos programas se debe incluir una correcta educación para la salud. “A través de las sesiones grupales proporcionamos a los pacientes, información sobre el asma, así como la importancia de la adherencia al tratamiento. De igual modo, deben incluirse técnicas de ahorro energético, fomentar unos hábitos de vida saludables, así como trabajar el control de los síntomas mediante la respiración”, apunta.
En cuanto a la readaptación al esfuerzo y la realización de ejercicio terapéutico, el paciente puede realizar “prácticamente cualquier deporte, siempre que se tengan en cuenta unas normas mínimas (calentamiento prolongado y progresivo, así como consultar al especialista cuál es la medicación idónea para tomar antes de realizar actividad física) con el objetivo de evitar las crisis”, subraya Priego.
Asma y COVID-19
Según estudios recientes, los resultados han determinado, “que el asma no parece ser un factor de riesgo para el desarrollo de una forma grave de COVID-19”, señala la fisioterapeuta. Así mismo, dichos estudios revelan datos positivos confirmando que la COVID-19 tiene un menor impacto en la exacerbación del asma que en otras infecciones virales respiratorias.
