Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha se solicita la complicidad de los consumidores en unas fechas tan complicadas para los diversos sectores comerciales, artesanales e industriales de la región. Pero, más en concreto, se ve con preocupación la situación de muchas artesanas y productoras que se han quedado sin la posibilidad de poder vender en el canal Horeca más cercano, ni en mercados (con limitación del número de puestos instalados a 1/3 del previamente establecido); con lo que se busca ampliar los potenciales clientes a través de otros canales.
Los momentos que atraviesa la sociedad se recordarán durante mucho tiempo; una etapa en la que toca readaptarse, e innovar. Pero en determinados momentos es complicado si no se cuenta con la complicidad del resto de colectivos. Como ahora sucede con la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, FADEMUR, de Castilla-La Mancha, que ha solicitado ese punto de complicidad y compromiso de los consumidores con las productoras del mundo rural debido a su imposibilidad de acceder a sus canales de venta habituales, debido a los cierres y limitaciones actuales.
Muchas productoras han explicado la necesidad de encontrar alternativas ya que es complicadísimo acceder a los canales habituales, lanzan un SOS. De ahí que desde FADEMUR se haya ofrecido a todas las productoras de la región el escaparate de la plataforma Tierra de Emprendedoras en el doble sentido: “Por un lado, ofrecemos a las productoras un canal de venta propio, un canal directo con las personas. Por otro lado, ofrecemos a los consumidores una web donde puedan tener a todas estas emprendedoras de la región a un solo click”, explican desde la organización. Tierra de Emprendedoras asesora y ofrece alternativas comerciales a todas estas productoras; más en momentos tan complicados como el actual.
Desde FADEMUR Castilla-La Mancha se ha pedido un esfuerzo extra a los consumidores, compradores finales de muchos de los productos de estas productoras, “productos de calidad, de mujeres rurales que han hecho una apuesta por sus proyectos y ahora necesitan este empujón temporal para atajar esta situación”, afirman. Casos como el de El Balcón de San Roque, negocio de turismo rural de Berta, agricultora que gestiona 40 hectáreas de cereal, olivar y almendros. El turismo rural es uno de los sectores más perjudicados de la pandemia a pesar del repunte del verano. En este último trimestre los datos son desalentadores. Una posible ayuda sería una condonación de las cuotas a la Seguridad Social y del pago de los servicios para poder volver a la normalidad lo antes posible; tal y como explican desde FADEMUR.
Por otra parte, el apícola es un sector muy castigado, según cuenta Lola, apicultora de Tobarra, que comercializa su producción en mercados ambulantes y que ha visto cómo su actividad disminuía en un 40% por las limitaciones actuales. “Hacemos este llamamiento para evitar la desaparición del comercio de proximidad, una actividad muy representativa de nuestros pueblos tanto para las producciones del sector primario como de otras muchas actividades, pues tenemos que tener claro que son las grandes superficies del medio rural”.
Asimismo, Mónica, de miscoloresyaromas.es, productora de jabones de glicerina personalizados a través de redes sociales y en venta en mercados ambulantes inauguró ‘La Chocita divertida’, parque infantil de actividades lúdicas con servicio de conciliación a las familias de la comarca. La pandemia les pilló tres meses después de inaugurar su centro. Ofrecen la organización de eventos a domicilio extremando las medidas de seguridad y servicios de conciliación a domicilio. Igualmente proponen talleres online de entretenimiento. Por su parte, Mariví Vela de ‘Granja ecológica Villada’ inició su actividad en plena pandemia. Superó los escollos provocados por la limitación de actividad de la hostelería de alta cocina en Albacete y Murcia (sus principales mercados). Ha donado producción a entidades como Cruz Roja (más de 550 docenas de huevos) y Llanero Solidario (90 docenas) para paliar de forma altruista su excedente de producción. “La situación con las nuevas limitaciones a la hostelería es inasumible económicamente pues la granja de gallinas continua generando gastos y los huevos no se venden”.
Finalmente, El Mirador de Cogolludo es una casa rural de alquiler por habitaciones que tiene limitada la ocupación al 50 %, además de la falta de clientes ve inadmisible tener que continuar pagando un seguro de responsabilidad civil por el total de la ocupación declarada, este es uno más de los problemas que afectan a Yolanda, tiene que continuar pagando por unos clientes que no puede alojar. Ella diversifica la actividad fabricando mermeladas que comercializa en mermeladaselmirador.es, redes sociales, tiendas electrónicas especializadas y market place, pero que también se ha visto afectada, no por el número de pedidos, sino por la subida de las tarifas de envio de determinadas empresas logísticas que quizá hayan visto la oportunidad de hacer “el agosto”.
FADEMUR Castilla-La Mancha ha reforzado su trabajo por las emprendedoras, ha reforzado la asistencia informativa, ofrece la plataforma tierradeemprendedoras.com, así como la campaña de promoción del turismo en nuestros pueblos y asesoramiento técnico. Todo ello por el futuro de decenas de proyectos de mujeres rurales.
