El Consistorio ha abonado más de medio millón de euros de intereses producidos por una decisión arbitraria de los anteriores responsables de la gestión municipal.
Desde que el actual equipo de gobierno entró a gobernar en el Ayuntamiento de Seseña (Toledo) todo han sido “sorpresas” escondidas por los cajones, en particular, la Concejalía de Hacienda es la que más ha sufrido estos “regalos envenenados” que el anterior Concejal de Hacienda, Jaime de Hita, dejó a la actual titular, y que ha terminado en la celebración del Pleno Extraordinario del pasado jueves 3 de diciembre, en el que se aprobó una ampliación de crédito con el apoyo de todos los grupos municipales y la abstención del PP y la Concejal no adscrita, Verónica Soto.
El primero de todos fue descubrir que no se habían presentado las cuentas al Tribunal de Cuentas desde el 2015 hasta el 2019, por lo tanto, el Ayuntamiento dejaba de percibir la denominada participación en tributos. El motivo para no presentar las cuentas no era otro que el incumplimiento de la regla de gasto y de la sostenibilidad, y la solución que aplicaron Carlos Velázquez y Jaime de Hita fue tirar del remanente líquido del Consistorio producido por el canon del agua y el pago de Onde 2000 para dotación de infraestructuras a El Quiñón tras su recepción…, dejando a este sin liquidez, a pesar de que presumían de haber dejado un Ayuntamiento saneado.
La Concejal de Hacienda, tras año y medio de mandato, ha conseguido poner al día las cuentas con el Tribunal, recuperando para el Consistorio 16 millones de euros que el Ministerio de Hacienda tenía retenidos. De este montante, más de 5 millones de euros ya se han utilizado para pagar deudas antiguas heredadas del PP.
Esta falta de liquidez, las deudas heredadas del PP y los cientos de facturas a proveedores encontradas por los cajones dispararon el plazo de pago a proveedores hasta llegar a los 240 días, incumpliendo la Ley de Morosidad y Pago a Proveedores. Afortunadamente, y aún sin liquidez, se ha podido hacer frente al abono de las facturas que provenían sobre todo de autónomos y empresas que han tenido que soportar la desidia en los pagos por parte del PP. Actualmente el Consistorio calcula que, a finales del 2021, podrán llegar a cumplir los 30 días de pago a proveedores que la Ley de Morosidad exige a las Administraciones Públicas.
Selymsa, la empresa Municipal del Ayuntamiento y que el PP utilizaba como herramienta electoralista, también ha sufrido las consecuencias de la mala gestión de Velázquez y De Hita. En este Pleno Extraordinario y urgente se han tenido que consignar más de 400.000 euros para cubrir el coste efectivo del servicio que presta, coste que se vio incrementado por las contrataciones indiscriminadas de personal que hizo el PP incluso 4 días más tarde de saber que habían perdido las elecciones. Por su parte, el actual equipo de gobierno no ha querido, en este año y medio, revocar estas contrataciones, entendiendo que los trabajadores no tenían por qué pagar los enfrentamientos políticos.
La última perla encontrada, es la arbitraria decisión de la Junta de Gobierno Local del PP en el año 2011 del impago de una factura por servicios de recaudación prestados por la empresa CGI, por un montante de 977.000 euros, y que en el año 2017 el TSJ dicta sentencia y dictamina que la factura debe ser abonada fijando los intereses de demora en más de un 50% del principal, superando la escalofriante cifra de 500.000 euros con la que se podría haber ejecutado el asfaltado del núcleo de Seseña, o un plan de empleo para un mínimo de 36 personas durante 6 meses, o el gasto de emergencia social de 7 años, o la compra de cuatro barredoras más, entre otras cosas.
La celebración de las fiestas de agosto en terrenos sin licencia; la dudosa concesión de la piscina cubierta y el pago de sus suministros; la recepción del puente defectuoso del carril bici; el derroche del canon del agua, que se debía utilizar para la mejora de alcantarillado e inversión en infraestructuras, y que fue empleado en gasto corriente; son solo algunos ejemplos de la nefasta gestión que ocasionó que dejaran las arcas municipales en tan mal estado y al municipio abandonado durante años, salvando las apariencias ante los vecinos con parches que ocultaban su mala gestión