Artículo de Opinión de Paula Fernández Pareja. Licenciada en Ciencias Físicas, Universidad Complutense de Madrid.
La economía circular está cada vez más en boga. Investigadores, emprendedores, administraciones públicas o empresas la han incluido en su vocabulario diario, pero ¿de qué se trata?
La economía circular es aquella en la que se maximizan los recursos disponibles, tanto materiales como energéticos, para que estos permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo.
Este nuevo concepto económico aspira a reducir todo lo posible la generación de residuos y a aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se haya podido evitar, se trataría pues de convertir los residuos en nuevas materias primas. Y además, generar empleo en el contexto de la llamada economía verde.
Este nuevo modelo económico está en contraposición al modelo económico actual, un modelo lineal basado en “tomar-fabricar-consumir-eliminar”, este modelo implica una fuerte dependencia de las materias primas y por tanto una reducción significativa del capital natural.
Se hace por tanto imprescindible una senda de transición de la economía lineal a la economía circular, y deberán ser las administraciones públicas las impulsoras de este cambio de modelo, liderando la coordinación entre todos los agentes y facilitando la transición a las empresas y a la sociedad mediante la implementación de nuevas prácticas.
El éxito solo será posible si empresas y administraciones públicas trabajan alineadas para abrir o desarrollar nichos de especialización económica, integrándose en las nuevas cadenas de valor y promoviendo determinadas prácticas dirigidas a conservar y recuperar el capital natural.
Como ejemplo importante de este impulso necesario está la aprobación el pasado noviembre de la “Ley de Economía Circular” de Castilla la Mancha, que se ha convertido así en la primera Comunidad Autónoma en aprobar una norma, con rango de Ley que integra los postulados de la economía circular.
El desarrollo de esta Ley viene complementado por un plan de acción de economía circular 2021-2023 que se está llevando a cabo al objeto de recoger todas las iniciativas de todos los territorios y adoptar las medidas concretas a las necesidades y potencialidades de los mismos.
Para conseguirlo la Consejería de Desarrollo sostenible ha establecido 16 zonas de implementación de economía circular, cada una de ellas con un nodo regional y un plan de acción, estos nodos serán los responsables de recoger la realidad de cada comarca.
Puertollano es uno de los 16 ayuntamientos que ayudarán al Gobierno regional a identificar las potencialidades de esta estrategia en cada uno de los territorios y, sin duda, esta posición permitirá a nuestra ciudad desarrollar la hoja de ruta marcada por el ayuntamiento, como no hace mucho declaraba nuestra alcaldesa, Isabel Rodríguez, quien afirmaba que somos la ciudad que tiene en estos momentos sobre la mesa más proyectos empresariales de economía circular.
Y podemos elegir aquí algunos ejemplos significativos, y de gran calado como es el de la planta CLAMBER que cuenta con el mayor reactor de toda Europa y que sitúa a la región y por tanto a Puertollano a la vanguardia en la biotecnología aplicada en el desarrollo de una economía circular.
La empresa Repsol afirmaba hace muy poco su compromiso de avanzar en una estrategia de eficiencia operativa para la reducción del impacto ambiental, en concreto en el Complejo industrial de Puertollano están trabajando en diferentes proyectos de economía circular incluidos en los compromisos de sostenibilidad 2019.
IDOM, una de las empresas líderes en el campo de la ingeniería desarrollará en Puertollano junto a la empresa Life For Tyres un proyecto de tratamiento y valorización de neumáticos fuera de uso, este proyecto va a generar 38 empleos directos en nuestra ciudad.
Iberdrola apuesta también por Puertollano en su proyecto de Hidrógeno verde, de esto hablaremos otro día pro sin duda la Innovación elige Puertollano y poco a poco iremos viendo como esta elección se va traduciendo en creación de empleo y despejando nuestro futuro.
Los cambios de modelo productivo son siempre más lentos de los que todos querríamos pero yo no tengo duda de que cuando termine el proceso habremos consolidado en nuestra ciudad un modelo de crecimiento económico sólido, responsable y duradero.
Paula Fernández Pareja
Licenciada en Ciencias Físicas, Universidad Complutense de Madrid.
Consejera de Industria, Energía y Medio Ambiente (2008-2010)
