Pilar Zamora, alcaldesa de Ciudad Real; Eva Masías, concejala de Promoción Turística, Festejos y Tradiciones Populares; Casimiro Pastor, concejal de Mantenimiento e Infraestructuras, y Mariana Boadella, concejala de Sostenibilidad, han acompañado esta mañana en la SBIP Catedral de Ciudad Real a las representantes de 232 familias que han perdido algún miembro víctima del coronavirus, en la misa funeral en memoria de las personas fallecidas por la COVID-19 organizada por la Diócesis de Ciudad Real.
El acto, presidido por el obispo Gerardo Melgar, ha contado con la asistencia de un nutrido grupo de personas, instituciones y organizaciones que han permanecido trabajando en primera línea, durante los últimos meses, contra la pandemia como muestra de agradecimiento ante el trabajo y el esfuerzo realizado por estos profesionales; entre los que se encuentran sanitarios, miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad, personal de residencias de ancianos y voluntariado.
Una amplia representación política y social de la provincia y de la región han estado presentes en este sentido recuerdo a las víctimas, entre ellas el presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero; la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha y consejera de Igualdad, Blanca Fernández; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco; el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros; la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Olmedo, junto a Pedro de Borbón, presidente del Real Consejo de las Órdenes Militares, y otras autoridades judiciales, militares y universitarias .
El obispo Melgar, en su homilía, ha recordado en primer lugar, a los fallecidos para “pedir por su eterno descanso”. Las circunstancias han sido muy difíciles “porque murieron en la más tristes de las soledades, sin vuestra compañía, y no les habéis podido demostrar con vuestro acompañamiento vuestro cariño y apoyo en estos últimos momentos y como sus seres más queridos” señaló refiriéndose a los familiares. También ha tenido palabras de profundo agradecimiento “a tantas personas que nos han ayudado a todos a sobrellevar nuestro dolor con esperanza”. Se refería así especialmente a los sanitarios, pero también a tantos voluntarios y tantos trabajadores como han seguido generosamente desarrollando su trabajo.
Por último, ha pedido por los mayores y por las residencias de ancianos y para que los responsables de las decisiones se vean iluminados por el Señor para que “por encima de ideologías y partidismos busquen, ante todo y sobre todo, el bien común”.
