El presidente de la Diputación ha asistido a la misa celebrada en la Catedral Primada junto al presidente de Castilla-La Mancha y la alcaldesa de Toledo, así como otras autoridades que han querido acompañar a Braulio Rodríguez en este momento
Álvaro Gutiérrez, presidente de la Diputación de Toledo, ha destacado hoy la cercanía a los pueblos de la provincia de Toledo y su disposición a la colaboración con la Diputación provincial del arzobispo de Toledo Braulio Rodríguez quien se despedía hoy de la Diócesis con la celebración de la Santa Misa en la Catedral Primada de Toledo.
Minutos antes de asistir a la despedida oficial, Álvaro Gutiérrez, trasladaba su reconocimiento a Braulio Rodríguez a través de los medios de comunicación a quienes respondía junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, con quienes asistía a la celebración eucarística a la que asistían los diocesanos de la provincia de Toledo y numerosas autoridades, como el delegado de la Junta en Toledo, Javier Úbeda, y representantes municipales, regionales y de la sociedad toledana.
Cercanía y amabilidad son dos de las cualidades que Álvaro Gutiérrez ha querido resaltar del arzobispo, así como una de sus decisiones más importante en su mandato que le harán pasar “a la historia de la ciudad y la Diócesis como la persona que facilitó, junto al entonces alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, la vuelta de la fiesta mayor del Corpus Christi de Toledo a su día, el jueves”.
Pero especialmente se refería el presidente provincial a la relación de Braulio Rodríguez con la provincia de Toledo fruto de su “capacidad para el acuerdo y el diálogo que ha facilitado conversaciones y contactos con toda la provincia”.
Además de destacar que ha sido un arzobispo que ha estado cercano a los pueblos y ha visitado toda la provincia, Álvaro Gutiérrez, como presidente de la Diputación de Toledo recordaba que “ha facilitado que llegásemos a acuerdos importantes y firmar convenios que han sido beneficiosos no solo para los pueblos de la provincia de Toledo sino también para la propia Diócesis con la rehabilitación de parroquias y de patrimonio eclesiástico”.
“Se va un buen hombre, se va un buen arzobispo y una persona que ha facilitado con claridad las relaciones y al que echaremos de menos”, concluía el presidente de la Diputación provincial”.
