Pilar Zamora, alcaldesa de Ciudad Real, ha inaugurado esta mañana en el Centro cultural Antiguo Casino una jornada del proyecto ‘Construyendo nuevas miradas’ que ha llevado a cabo Inciso Integración y el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, en una decena de localidades de la provincia y por el que han pasado más de 1.000 alumnos de secundaria para sensibilizarles sobre las nuevas masculinidades y las relaciones igualitarias entre chicos y chicas.
La alcaldesa de Ciudad Real agradecía a Inciso la realización de estas jornadas, ya que “la violencia de género, la violencia contra las mujeres, es algo que sólo podemos combatir con la herramienta más potente: la educación. La educación es esencial. Mirar desde otra manera y trabajar la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres”.
Pilar Zamora, reconocía que este proyecto ha llegado a muchas sensibilidades jóvenes a través del rap “que ahora se trasladarán entre unos y otros. Nos siguen asesinando por el hecho de ser mujeres, nos siguen violando porque somos mujeres, no podemos ir solas, porque somos mujeres, y todo eso tiene que cambiar. En Castilla-La Mancha, gracias al trabajo del Instituto de la Mujer, somos pioneros, pero algo sigue fallando y tenemos que reconocerlo así. Y yo pienso que todo cambiará cuando nuestros chicos y nuestras chicas tengan una nueva mirada que hará que cambie la sociedad y tengamos esa mirada correcta”
Eugenia Fernández, directora de Inciso Integración, destacaba cómo ‘Construyendo Nuevas miradas’ “trabaja con chicos y chicas de institutos de entre 14 y 17 años en valores como la igualdad entre hombres y mujeres, intentando reconstruir la masculinidad, trabajar las emociones y conseguir que nazca de ellos la capacidad de ser mejores chicos y chicas, y que tengan relaciones más sanas y saludables, a través de la música y el rap con dos artistas de Ciudad Real: Dyso y Rafa Psyco”.
El antropólogo y especialista en igualdad de género Ritxar Bacete, afirmaba que es fundamental “seguir acompañando a la niñas en el proceso de empoderamiento que están viviendo y que es un logro de una sociedad democrática, eso lo estamos logrando, pero tenemos una deuda pendiente con los chicos, con los varones, y las políticas de coeducación en los varones. Tenemos que acompañar a los chicos a que tengan un proceso de construcción positiva, amplia, emocional, que manejen las competencias emocionales, que renuncien a la idea de la dureza de cómo rasgo identitario, que abracen la ternura, la compasión, los cuidados, que esa es la forma de ser un hombre bueno en el siglo XXI”.