En el Centro Cultural El Torreón de la ciudad del Doncel, que se llenó para la ocasión, prologado por la concejala de Cultura, Ana Blasco, contando como rapsodas que leyeron algunos de los caligramas del libro con Monserrat Gutiérrez y Juan Antonio López, y con la presencia y el apoyo del editor, Antonio J. Huerga.
El poeta seguntino Julio Luis Robisco, presentó ayer en Sigüenza su noveno libro, quinto de poesía, titulado ‘Lienzos en blanco y verso’, publicado por la editorial que ya había hecho lo propio con los cuatro últimos, Huerga&Fierro.
Robisco fue prologado, en el Centro Cultural El Torreón que se llenó para la ocasión, por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza. Ana Blasco calificó a Robisco como “el poeta de lo cotidiano”, porque “sabe describir lo que percibe en el día a día y comunicarlo después a travé la poesía”.
‘Lienzos en blanco y verso’, que es entre otras cosas, una dedicatoria de Robisco a sus sobrinos, tiene como única pretensión jugar con las hojas y el lápiz, pintarrajeado de aquí para allá, “del mismo modo que el niño que todos llevamos dentro y un día fuimos nosotros, intentaba atrapar sus sueños mediante la tela de araña que garabateaba en el cuaderno”, tal y como describe la editorial el libro. El propio Robisco, calificaba ayer a su última obra como “un descanso en el camino” de su carrera literaria que seguirá “con novela y poesía” y nada menos que otros cuatro libros terminados y a la espera de ser publicados.
Sin un argumento concreto que los una, el poeta ha dado forma y versificado cosas simples, que le llaman la atención, añadiendo después comentarios a los caligramas que son su esencia. Los caligramas son escritos, por lo general poéticos, cuya disposición tipográfica esboza figuras alusivas al tema tratado. “Los caligramas son poemas con formas, en este caso con unas reglas que yo me he autoimpuesto. A continuación, los comento, con poesías, referidas a esos caligramas, de distintas estrofas y distintos ritmos y rimas”, explicaba ayer el autor.
La poesía de julio Robisco sale “de leer, y de estudiar la poesía; me gusta trabajar, siendo un artesano de la palabra”. Al seguntino le inspiran movimientos literarios como el Cubismo, al que pertenece el poeta francés Guillaume Apollinaire, autor, en 1910, del primer caligrama, pero también otros movimientos como el Modernismo o el Surrealismo, “cuya trayectoria me ha estimulado para escribir”. Según contaba anoche, el poeta recomendaría a cualquiera la lectura de cualquier libro de poesía de la Generación del 27, ‘Azul’, de Rubén Darío, la obra de Juan Gelman o de José Angel Valente, “dependiendo, claro, de lo que busque cada uno, o de su estado de ánimo”. En todo caso, para él, la poesía es “la manera de hacer música con la palabra”, como quedó claro anoche en El Torreón, gracias a sus textos, declamados con gran intensidad por Montserrat Gutiérrez y Juan Antonio López, como rapsodas, ante una sala llena de seguntinos que celebraron el estreno de su paisano, y con la presencia de Antonio J. Huerga, editor, “con el que hay una gran sintonía”.
Sobre Julio Luis Robisco
Julio Luis Robisco, nacido en Madrid, ha pasado toda su infancia y adolescencia en la ciudad de Sigüenza. Abogado de profesión, tiene realizado el curso general de práctica jurídica impartido por el Centro de Estudios Ignacio de Loyola; Robisco, es gestor administrativo; diplomado en Derecho Tributario y Asesoría Fiscal por Centro de Estudios Empresariales; y diploma de Estudios de Formación Bancaria por el Colegio Universitario de Estudios Financieros. Ha publicado nueve libros: ‘Las cadenas rompiéndose’, ‘Conversaciones de Mesa Camilla’, ‘Cartas de Navegación Humana’, ‘La noche más larga’, Los días del verano’, ‘La toma del alba’, ‘Azul y tierra’, ‘Locos por la Libertad’ y ahora, ‘Lienzos en blanco y verso’.
