Emiliano García-Page ha mostrado su intención de “centrar un acuerdo importante en materia de agua” y en plantear un escenario “a medio y largo plazo” sobre la gestión del agua en España que, como mínimo, conlleve el cumplimiento de la normativa europea al respecto.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha valorado los últimos datos sobre confianza empresarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al tercer trimestre de 2019 que revelan que Castilla-La Mancha encabeza este estándar, con 11 puntos de ventaja respecto a la segunda comunidad autonómica de la clasificación.
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha adelantado este viernes su intención de poder mantener un encuentro de trabajo con la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, antes del próximo mes de agosto, con la finalidad de “centrar un acuerdo importante en materia de agua”.
Así lo ha avanzado durante la inauguración del sitio histórico de ‘Los Baños de la Reina’, ubicados en Beteta (Cuenca), tras las actuaciones de mejora y acondicionamiento que Mahou San Miguel ha llevado a cabo en el edificio que dio origen al Real Balneario de Solán de Cabras; un acto en el que García-Page ha estado acompañado, entre otros, por el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; el director general de Mahou San Miguel, Alberto Rodríguez-Toquero; el director general de la Unidad de Negocio de Aguas de la compañía, Jesús Núñez; y el alcalde Beteta, Jesús Esteban, entre otras personalidades.
El presidente del Ejecutivo autonómico se ha mostrado convencido de que se tiene que plantear un escenario “a medio y largo plazo” sobre la gestión del agua en España que va a cambiar la perspectiva actual “se quiera o no se quiera”.
En este sentido, ha asegurado que tanto el tiempo como el cambio climático, confirman la postura de Castilla-La Mancha al respecto y que, aunque es partidario de buscar soluciones “lo más dialogadas o pactadas”, lo cierto es “tendrá que haberlas”, como mínimo con la aplicación de normativa europea.
Confianza empresarial y crecimiento económico
El presidente del Gobierno regional ha asegurado que el agua, como la cultura y el patrimonio, forman parte del conjunto de oportunidades de desarrollo de Castilla-La Mancha a futuro, como también lo es el clima de “buena relación” y sintonía entre la Administración pública y los agentes económicos y sociales de la comunidad autónoma.
Una “fórmula mágica” que conjuga las muchas “opciones” de la región, su capacidad de trabajo y la “permeabilidad” existente por parte del Ejecutivo autonómico, incluso para “acomodar” reglamentos que impulsan la llegada de iniciativas empresariales; “cercanía”, ha abundado García-Page, que, por ejemplo, ha conllevado que Castilla-La Mancha sea la región líder de España en creación de empresas o que encabece la estadística de confianza empresarial.
En este sentido se ha referido a los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al tercer trimestre de 2019 publicados este jueves, que revelan que Castilla-La Mancha encabeza este estándar, con 11 puntos de ventaja respecto a la segunda comunidad autonómica de la clasificación. “Es de los datos cualitativos con los que más identifico como presidente”, ha subrayado García-Page.
El presidente regional también se ha mostrado convencido de que la historia, junto con el paisaje y los recursos medioambientales serán claves en el desarrollo del sector turístico a futuro, tanto en Castilla-La Mancha como en el resto de España.
“Si hay que cuidar la naturaleza, si todo hay que mantenerlo, la piedra de toque e inteligencia al cubo es lograr una interacción” entre todos estos elementos, ha defendido García-Page, quien ha recordado la importancia de combinar todos estos ingredientes para, como hacen Solán de Cabras S.A. y Mahou San Miguel en ‘Los Baños de la Reina’, generar puestos de trabajo y actividad económica, cuidando al mismo tiempo del patrimonio natural.
Rehabilitación de ‘Los Baños de la Reina’ del Real Balneario de Solán de Cabras
Posteriormente, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha inaugurado las reformas realizadas en ‘Los Baños de la Reina’, espacio ubicado en el manantial con que Solán de Cabras S.A. cuenta en Beteta (Cuenca), como parte de la Unidad de Negocios de Aguas de Mahou San Miguel.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha destacado el trabajo realizado por Solán de Cabras y el grupo Mahou-San Miguel en la rehabilitación de este nuevo espacio del balneario conquense, porque incrementa la oferta turística de la zona, sabiendo poner en valor la confluencia “de la industria y la historia, con la generación de empleo y el cuidado de la naturaleza”, como sucede en este emplazamiento.
García-Page, ha felicitado además al grupo Mahou San Miguel y a Solán de Cabras por ser sinónimo de la calidad que demanda el público, por su contribución a la economía sostenible en Castilla-La Mancha y también por frenar el fenómeno de la despoblación con sus acciones de responsabilidad social corporativa en una provincia como la de Cuenca, “donde es muy querida no solo por el manantial y su enclave natural, sino también por la imagen de marca que mueve por el mundo”.
La rehabilitación de este espacio histórico, que ha supuesto su inclusión en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Interés Histórico Artístico, viene a poner en valor las construcciones históricas ligadas al paraje natural de Solán de Cabras y sus aguas mineromedicinales, cuya fama se remonta a época romana.
En el edificio, destaca el arca de los baños de 1775 y las bañeras originales, realizadas en piedra y consideradas como las primeras construidas expresamente para un balneario, el cual finalizó el arquitecto Antonio López Aguado en 1817 con un estilo neoclasicista acorde con la moda de la época.
‘Los Baños de la Reina’ se popularizaron a partir del siglo XVIII, cuando Carlos III ordenó la construcción de los accesos a los primeros baños y a la hospedería; y su sucesor, Carlos IV, declaró su agua de Utilidad Pública en 1790. Sin embargo, el verdadero origen de la denominación de este espacio se debe a que, en 1826, el edificio albergó a Fernando VII, su esposa María Josefa Amalia de Sajonia y su corte.
