Por José Antonio Montero
Juan Carlos Martín Ramos, ganador del premio Luna de Aire 2019: “La poesía infantil es cada vez más necesaria”.
Se ha presentado el poemario infantil ‘Muñeca de trapo y otros seres con cabeza y corazón’ (SM, 2019), ganador del decimosexto certamen de poesía infantil “Luna de Aire”, convocado por el Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil (CEPLI) de la UCLM.
“Como he sido titiritero, sé perfectamente que los títeres tienen vida propia, que son muñecos que viven de verdad la vida que supuestamente representa el titiritero, y que la tarea del titiritero es sólo, y nada menos, la de despertar esa vida”. Con estas palabras nos presentaba su nuevo libro el poeta Juan Carlos Martín Ramos (Belmez, Córdoba, España, 1959). Una obra en la que da voz a todos esos muñecos “que construyen su propia identidad entre achuchones y carantoñas, en el cuarto luminoso de la imaginación de un niño o una niña. Traducir en palabras lo que piensan.”
Décima obra del autor de ‘Poemamundi’ (Premio Lazarillo 2003) y ‘Mundinovi’ (Premio Internacional de Poesía para Niños Ciudad de Orihuela 2015) que destaca la necesidad de la poesía para “descubrir la dimensión mágica de las pequeñas cosas, para entender el mundo, para entendernos a nosotros mismos”. Una obra que cuenta con las ilustraciones de Teresa Fuster Valera “que ha abierto todas las ventanas de su imaginación y su creatividad para que entren la luz y el color en las páginas de muñecas de trapo”, en palabras del propio Juan Carlos Martín Ramos.
Martín Ramos nos cuenta cómo nació su afición por los guiñoles, “Mi abuela construía títeres de guante con pie, según la tradición andaluza, que para mí eran mis compañeros de juego. Eso seguro que tiene que ver con este libro. Aunque hace más de veinte años que hice títeres guantes y títeres de varilla, un titiritero nunca deja de ser titiritero”.
“Preservar la calidad literaria de lo que se lee en la infancia y adolescencia es el camino más corto para que la literatura lleve a la literatura, para que un libro lleve a otro libro, para que un joven lector de poesía siga teniendo a lo largo de su vida como equipaje de mano, la fiel compañía un libro de versos, la emoción y el placer de su lectura”, comenta el poeta.
La poesía infantil vuelve a tener su espacio en las librerías tras unos años en los que apenas se publicaba poesía infantil. SM fue una de las pocas grandes editoriales que mantenía entre sus novedades este género. Paloma Muiña, escritora de literatura infantil y editora de SM, tiene claro que “un poema infantil es igual que un poema para adultos, va a funcionar, por que lo lees en voz alta y eso gusto. Es muy fácil llegar a un niño con poesía, yo diría que más que narrativa. El niño tiene que tener el libro entre sus manos, verlo, olerlo, tiene que pasar las páginas, tiene que ver las ilustraciones, tiene que tener su ratito en la cama leyendo. Ya tiene suficiente tele, pantallas y videojuegos. En literatura infantil es en papel”. “Y en lectura colectiva”, añade Santiago Yubero, “en voz alta. Hay que aprender amar la lectura”.
Paloma Muiña, editora de SM, ha sido la encargada de unir los poemas con las ilustraciones de Teresa Fuster Valera, graduada en Bellas Artes, en su primer trabajo dentro del ámbito de la ilustración infantil en este trabajo poético que nos habla de “Muñecas, muñecos / que nos acompañan, / juguetes o seres / que siente y hablan”.
Santiago Yubero, nuevo director del CEPLI, entidad convocante, además de recordar la figura de Pedro Cerrillo, creador de este premio y recientemente desaparecido, ha destacado la alta calidad media de los ciento sesenta y cinco poemarios originales presentados a este premio, en el que han participado poetas de España, Estados Unidos, México, Argentina, Colombia, Israel o Costa Rica. Este premio está dotado con tres mil euros, además de la edición de la obra por parte de la editorial SM. En estos momentos ya pueden enviarse originales para la decimoséptima edición de Luna de Aire que ha contado con la financiación del Vicerrectorado de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria de la Universidad de Castilla-La Mancha.
“Es decir. Muchas gracias.”
Fotos: Alex Basha
