Un lago, una mujer, un niño, un extraño ser de luz, un hombre que obedece a su destino y una misteriosa experiencia compartida, conforman los ingredientes principales de esta trama de ciencia ficción comprimida en menos de cuatro minutos.
Con Los invitados los manchegos exploran diferentes tejidos sonoros para hacerse fuertes en una identidad propia y continúan despejando el camino hacia Venganza (el segundo trabajo discográfico de la banda) que verá la luz el próximo 20 de febrero.
Después de Trinidad (primer adelanto de Venganza), Caniche Macho presenta Los invitados, una canción en la que, basándose en el testimonio de los invitados a una cena de gala, alguien cuenta los extraños sucesos que tuvieron lugar a partir del momento en el que el anfitrión, de forma abrupta y sometido a una fuerza superior, les invita a marcharse. Un lago, una mujer, un niño, un extraño ser de luz, un hombre que obedece a su destino y una misteriosa experiencia compartida, conforman los ingredientes principales de esta trama de ciencia ficción comprimida en menos de cuatro minutos.
En el aire quedan preguntas y huecos a completar por el oyente, otorgándole así un papel activo en un argumento que coquetea con el lenguaje cinematográfico ceñido al corsé de estrofas del formato canción en un texto que acierta en lo concreto y en el músculo compartido con una energética base sonora.
Los invitados representan el segundo capítulo de una búsqueda en la que los manchegos exploran diferentes tejidos sonoros para hacerse fuertes en una identidad propia y continúan despejando el camino hacia Venganza (el segundo trabajo discográfico de la banda) que verá la luz el próximo 20 de febrero.
El álbum está compuesto por 10 temas e incluye dos colaboraciones: Ariadna (Los Punsetes) y Javier Álvarez. Venganza un trabajo sólido, necesario y diferente que supone un paso al frente de Caniche Macho. La banda muestra de nuevo sus credenciales y su firme intención de abrirse un hueco para quedarse en el panorama musical actual.
Declaraciones de algunos invitados y de Esmeralda
(La canción se completa con las declaraciones de los invitados que la banda ha ido colgando, en exclusiva, en su perfil de Instagram)
Cuando Ignacio Irasola Suñer, recibió la invitación a la cena, pensó que su influencia dentro del sector naval se vería fortalecida, pero no fue exactamente así ya que a las 22.00 algo pasó y quedó grabado. “No no, yo no conocía a ninguno de los invitados. Yo era el nuevo allí. El caso es que cuando pasó lo que pasó yo pensé que era una especie de broma, pero allí acabó todo. A las diez. Y como le decía antes, volví solo a casa y…pues lo que le dije del sueño aquel. ¡Claro que no conocía la casa ni el lago! Si no conocía a nadie, le digo. ¿Qué interés tiene en mis sueños?”
Era la primera vez. Mirta López Armas era invitada por su jefe a una de sus famosas cenas. “¿Sabe una cosa? Ese hombre ha sido el culpable de todas mis desgracias y odio su soberbia y su egoísmo, pero aquella noche incluso fui a abrazarle antes de salir de la casa. Me enterneció verle así. Supongo que el momento está grabado en una de esas cintas. Por cierto, ¿Por qué le interesa lo que soñé después?”
Rebecca Kauffman Puig, en su declaración, alegó que, aunque conocía al anfitrión y compartía con él ciertos negocios, apenas sabía nada de su vida privada. “Sé que es difícil de creer pero podría describirle la cara de esa mujer y del niño del que me habla perfectamente. Fue un sueño muy vívido, se lo aseguro. El lago, la luz…sí, sí, yo también me hundí con ellos
El coronel Romero Prado, asistió a la cena en calidad de amigo del anfitrión y mostró su perplejidad ante su comportamiento a partir de las 22.00h. En su declaración, entre otras cosas, dijo esto: “Fue descortés con nosotros y nunca sabremos qué pasó exactamente. Algo se rompió dentro. No sé. No sabría explicarlo de otra manera. Creo que todos sentimos aquello. Luego vino lo del lago, sí…supongo que una mera casualidad. Pero da igual, según usted me dice, todo quedó grabado ¿no? Sabrán al menos si salió solo»
Esmeralda Calle Usera, llevaba trabajando en la casa del anfitrión desde hacía más de ocho años y conocía bien la historia de aquella casa y de aquel hombre. “No, no…¡qué va! Si él nunca salía a esas horas. Estábamos Raimundo, Eulalia y yo, ya sabe…pues recogiendo aquel despropósito de cena. Porque sobró todo ¿Sabe? Íbamos a servir el segundo plato cuando al señor le entró la ventolera aquella que…bueno, yo qué sé. Y sí, vimos aquella luz dorada, pero a la señora y al pequeño no…al menos desde dentro de la casa no se veían. ¡Cómo puede ser eso! Nada, no haga caso, eso son habladurías. Y claro que soñé con el lago, pero de la pura obsesión. Fíjese usted que estuvimos buscando al señor hasta la amanecida. ¡Cómo para no soñar con el dichoso lago!”