La primera proyección de 2019 (El Pósito, 12 de enero, 20 horas, entrada libre) incluye la ópera de Puccini Gianni Schicchi y tres grandes temas interpretados por la gran diva de la ópera.
‘Vive la Ópera en Sigüenza’ comienza el año con la proyección de la ópera en un acto Gianni Schicchi de Giacomo Puccini, sobre un libreto de Giovacchino Forzano, inspirado en el ‘Paraíso’ de la Divina Comedia, de Dante, y con un homenaje a la gran Montserrat Caballé.
La aficionada musical Zoila Paradela, con el patrocinio del Ayuntamiento de Sigüenza y la colaboración de la Asociación de Empresarios, ha elegido para iniciar las proyecciones de 2019 esta ópera breve, con el fin de homenajear también a la gran diva de la ópera, recientemente fallecida, eligiendo para ello tres temas emblemáticos. La cita es en El Pósito, el próximo sábado, 12 de enero, a las 20 horas, con entrada libre.
Gianni Schicchi fue estrenada en el Metropolitan de Nueva York en 1918, como última parte de Il tritico. La versión que se va a proyectar el próximo sábado, día 12 de enero, a las 20 horas correspondie a la Orquesta Filarmónica de Londres, con dirección musical de Vladimir Jurowski, en el Festival Glyndebourne (2004). Los papeles protagonistas corresponden a Alessandro Corbelli, Felicity Palmer, Marie Mclaughlin, Massimo Giordano y Sally Matthews.
La trama, ambientada en Florencia en 1299, se desarrolla en torno a la muerte del rico Buoso Donati. Los parientes buscan con ahínco el testamento del tacaño Buoso, hasta que su joven nieto Rinuccio lo encuentra y, antes de entregárselo a los parientes, consigue el consentimiento de su desagradable tía Zita para casarse con Lauretta, hija del campesino Gianni Schicchi. Al leer el testamento, sin embargo, los parientes se dan cuenta de que Buoso ha dejado todas sus pertenencias a los monjes de Signa como expiación de sus pecados. Ante la desesperación de la familia, que ve evaporarse la fortuna del tío, el astuto Schicchi, a ruegos de su hija, elabora un plan perfecto: se disfraza de Buoso, ocupa su lugar en el lecho mortuorio y hace llamar al notario para redactar un nuevo testamento. Los familiares, mientras éste llega, intentan sobornar a Schicchi para quedarse cada uno con la mejor parte de la herencia; Gianni dice que sí a todos pero, a la hora de la verdad, se adjudica la mayor parte de los bienes y obliga a la gruñona Zita a pagarle un buen pellizco al notario, por si acaso. Los familiares intentan recriminarle su acción, pero él los amenaza, recordándoles cómicamente la pena en que incurrirían por el delito cometido, que en la Florencia de finales de siglo XIII consistía en cortar una mano al culpable. Schicchi se justifica al final: su hábil estratagema ha permitido a Rinuccio casarse con Lauretta ¿De qué mejor manera podían acabar los dineros de Buoso?